Cómo tender las sábanas dentro de casa y que sequen bien y no cojan olor

Evitar la humedad hará que nuestra ropa de cama tenga el olor que se merece.

Cómo tender las sábanas dentro de casa y que sequen bien y no cojan olor
Unas sábanas limpias y con un olor agradable es una sensación más que perfecta

Para muchas personas, la llegada del frío siempre supone todo un alivio después del caluroso verano. Pero hay zonas en las que el invierno se alarga más de lo que nos gustaría y esto repercute en muchos puntos de nuestra vida. Uno de ellos es que la ropa que lavamos cada día no seca de la misma manera que lo hace cuando tenemos el verano ante nosotros. Tender las sábanas dentro de casa y que no cojan olor es todo un reto.

Ya que la humedad acecha siempre y esto se traduce en una ropa que tarda más en secar y que suele contar con un olor desagradable, cuando la retiramos del tendedero. ¿Cómo podemos hacer para que esto no ocurra? Pues te dejamos con una serie de trucos que tienes que poner en práctica desde ya. Así podrás disfrutar de unas sábanas recién limpias y con ese olor perfumado que tanto nos gusta, cuando salen de la lavadora.

Trucos para tender las sábanas dentro de casa, que sequen bien y que no cojan olor

Podemos llamarles trucos o boen, pasos sencillos a seguir. Porque realmente sí podemos conseguir que nuestra ropa huela mucho mejor y se seque antes. Sobre todo la más amplia como pueden ser las toallas o, en este caso, las sábanas.

Como tender la ropa

La ropa bien estirada y con un par de pinzas es la manera perfecta para evitar la humedad.

El centrifugado es realmente importante

Un paso que a veces nos saltamos es este. Recuerda que el centrifugado es algo a tener en cuenta. ¿Por qué? Porque gracias a él conseguiremos evitar la humedad en las prendas y estas estarán más escurridas y por lo tanto, secarán antes de lo que esperamos. Así que, si lo pensamos bien nos vamos ahorrar bastante tiempo a la hora del secado aunque esperemos un poco más en cuestión de lavado. ¡Opta por los programas más cortos de tu lavadora y no te olvides de centrifugar!

Tiende la ropa después del lavado

Cuando la lavadora termina, a veces nos pilla haciendo otras muchas tareas del hogar. Por eso no siempre podemos acudir a su llamada, aunque es realmente imporante. Necesitamos que, una vez que el lavado termine, la ropa salga del tambor. Porque si la dejamos húmeda en el interior del mismo, la humedad no tendrá piedad y como tal, se va a apoderar de ella y como consecuencia tendremos el desagradable olor en las toallas, sábanas y demás colada.

sábanas blancas

Las sábanas blancas forman parte de toda habitación que se precie.

Busca lugares ventilados y cálidos

A veces tenemos los tendederos que no se pueden mover y por eso, no hay más alternativa. Pero si optas por unos de los plegables, entonces tienes que saber que estos sí que los podrás llevar de un lado a otro de la casa y qué mejor que hacerlo hacia los lugares más ventilados. Esos en los que las ventanas son protagonistas y que de este modo el paso del aire hará que no se estanquen los olores. Por otro lado, el buscar zonas del hogar que son más cálidas también nos ayudarán.

Coloca la ropa estirada

Seguro que ya lo tienes en cuenta pero realmente no podemos dejarlo de lado. Siempre es mejor colocar la ropa bien estirada, sin que queden arrugas en ella. Más que nada porque de este modo las prendas pueden secar antes de lo que esperamos. Del mismo modo, y si puedes, lo mejor es que las prendas no se coloquen muy cerca unas de otras, para que tengan espacio suficiente. Pon una pinza en cada una de ellas y listo.

tender la ropa

Los sitios ventilados siempre son la mejor opción para que la ropa seque más y mejor.

Apuesta por el deshumidificador

Ya sabes que uno de los electrodomésticos imprescindibles es el deshumificador. Porque este es uno de los que más ventajas tiene y no lo decimos nosotros. Ya que se encargará de dejar atrás la humedad, que es lo que buscamos realmente. De manera que gracias a él, la ropa secará también rápidamente y nos evitará ese olor de humedad de que tanto intentamos huir. Así que, te aseguramos que será una de esas compras de la que no te vas a arrepentir.

Esperar a que las sábanas se sequen del todo

Poner la lavadora a veces puede ser todo un caos porque no es la primera vez que vemos cómo las prendas cambian de color o bien, cómo puede llegar a encoger la ropa. Pero por otro lado se convierte en un gran imprescindible para nuestro día a día. Sobre todo para poder lavar piezas amplias como las sábanas.

A la hora de lavarlas y de tenderlas, debes esperar a que estén totalmente secas. Sí, es algo evidente pero en ocasiones queremos acelerar el proceso y no siempre lo hacemos de la manera correcta. ¡Asegúrate que sí lo llevas a cabo!

evita la humedad

Evitar la humedad es la base perfecta para que tus sábanas huelan mejor que nunca. Imagen: Pinterest

Tendedero eléctrico

Sí, es cierto que al escuchar que es eléctrico puede ser que la idea no te haga tanta ilusión pensando en la factura de la luz. Pero puedes usarlo solo para las sábanas que son las que ocupan más y que pueden tardar más en secar. Por si quieres convencerte todavía más, este tipo de tendederos ocupan menos espacio. Por lo que si tienes poco espacio, nada mejor que una opción como esta. Lo mismo ocurre con la secadora eléctrica. Ya que esta también te ofrece un sinfín de ventajas y debes tenerlo siempre en cuenta.

Lee bien las etiquetas

Quizás creas que no es algo necesario pero déjame decite que te equivocas. Leer las etiquetas es importante para poder saber cómo poder lavar y secar todas las prendas. Para ello debemos conocer los símbolos que aparecen en las prendas.

Cada cuanto tiempo hay que lavar las sábanas y cambiar la cama

Es cierto que cada uno tenemos nuestros hábitos y seguro que si los sigues a rajatabla sepas que las sábanas de la cama se recomienda lavar una vez por semana. Sobre todo en verano porque ya sabemos que sudamos más y que las sábanas están siempre en contacto con el cuerpo. Por otro lado el edredón lo podemos cambiar cada dos semanas, más que nada para que no se almacenen los conocidos ácaros.

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