Cómo recuperar uñas dañadas: 4 pasos que puedes hacer tú misma en casa
Una rutina sencilla, sin salir de casa, para volver a tener las uñas fuertes y cuidadas

No sé si a ti también te pasa pero mis uñas y el verano no se llevan especialmente bien. Entre el cloro de la piscina, la sal del mar, el sol, los mil lavados de manos y que en vacaciones me olvido un poco de cuidarlas... acaban fatal. Secas, blandas, escamadas y con las cutículas hechas un desastre. Vamos, que ni con esmalte encima logran disimularlo.
Y no te voy a mentir: no soy de hacerme manicuras profesionales cada semana. Así que necesitaba algo fácil, que pudiera usar en casa y que no me diese pereza. Ahí fue cuando descubrí esta rutina de Unglax y, oye, funciona. Son cuatro productos distintos según cómo tengas las uñas y me ha venido muy bien para recuperar un poco el estado general.
Te cuento cómo la uso y para qué sirve cada paso.
Paso 1: Exfoliar aunque no lo parezca, marca la diferencia

Scrub de cutículas de Unglax, un exfoliante suave que limpia la base de la uña y elimina pieles sobrantes. | Vía unglax.com
El Scrub de cutículas es un gel exfoliante que se aplica justo en la base de la uña. Y es cierto que al principio pensaba que no hacía falta pero cambia mucho la apariencia general. Elimina esas pielecitas secas que quedan feas y prepara la zona para que todo lo que pongas después se absorba mejor. Va genial si la base de la uña se ve algo tapada o con piel acumulada, aunque no esté seca. Lo aplicas, masajeas un poco, enjuagas… y ya sientes que tus uñas respiran.
Paso 2: Endurecer cuando se rompen con solo mirarlas

Endurecedor de Unglax, ideal para uñas débiles o quebradizas que necesitan más resistencia. | Vía unglax.com
Aquí entra el clásico Endurecedor pero este tiene algo que me gusta especialmente: no deja las uñas acartonadas. Es una base que puedes usar sola o como pre-esmalte y va genial si las tienes blandas o si se te abren en capas. Aporta resistencia sin dejar sensación pesada. A mí me ayudó mucho después de una época usando esmalte semipermanente que me las dejó tocadas.
Paso 3: Revitalizar si están apagadas y escamadas

Vitalizador de Unglax, una base con calcio que mejora el aspecto de las uñas escamadas o apagadas. | Vía unglax.com
El Vitalizador es el que uso cuando no las tengo tan débiles pero sí las noto apagadas o como con textura. Ya sabes, ese momento en el que las uñas no están rotas pero tampoco se ven bien. Esta base les devuelve brillo, las suaviza y mejora el aspecto general. Puedes alternarla con el endurecedor según cómo estén tus uñas cada semana.
Paso 4: Nutrir de verdad

Aceite nutritivo de Unglax, tratamiento hidratante con vitamina E para nutrir uñas y cutículas secas. | Vía unglax.com
Y por último, mi favorito: el Aceite nutritivo. Es como el bálsamo final, ese toque que completa la rutina. Hidrata, mejora la flexibilidad de la uña y deja las cutículas mucho más suaves. Yo lo uso antes de dormir (porque me parece un ritual muy gustoso) pero también lo aplico durante el día si veo las uñas secas. El aplicador es tipo pincel, así que es muy cómodo.
No necesitas mil pasos ni ser experta en manicura. Esta rutina de Unglax es sencilla y va al grano. A mí me ha servido para recuperar mis uñas solo con constancia. Lo notas a los pocos días. Uñas más lisas, con brillo natural, menos roturas... y la sensación de que por fin vuelven a estar sanas. Así que si las tienes hechas polvo —como me ha pasado a mí muchas veces—, puede que te funcione también. Porque cuando te cuidas un poco, todo mejora. Incluso algo tan pequeño como las uñas.