El delineador marrón que se planta: probamos el lápiz de ojos de SproutWorld que convierte tu maquillaje en flores
El lápiz de ojos que puedes plantar después de usarlo: así funciona el delineador marrón de SproutWorld que une maquillaje y conciencia ecológica.
El auge del maquillaje sostenible ha dejado de ser una tendencia pasajera para convertirse en una forma de consumo consciente. Y no solo es una cuestión de elegir productos naturales libres de compuestos sospechosos. La tendencia es buscar productos que minimicen su impacto en el medio ambiente y que además nos ofrezcan resultados de calidad.
En este aspecto, cuando descubrí los lápices plantables de SproutWorld despertaron mi curiosidad. Disponen de lápices normales, para escribir, y me parecía una opción interesante para mis hijos. Ya no sé cuántos mini lápices tengo guardados sin saber muy bien qué hacer con ellos. Pero la sorpresa llegó al ver que tenían lápices delineadores de ojos, ya no podía dejar de probarlos. La gracia de los productos de SproutWorld es una cápsula al final del lápiz que porta semillas. Cuando ya no podemos usarlo, podemos plantarlo y devolverle a la tierra un poco más de naturaleza.
+ Pros
- Mina cremosa y modulable, ideal para adaptar el maquillaje con facilidad.
- Textura suave que no tira del párpado y es apta para pieles sensibles.
- Los colores son los clásicos que siempre necesitas.
- Se difumina con facilidad antes de asentarse, ideal para maquillaje rápido
- La sensación de hacer algo bueno por el planeta lo convierte casi en algo ritual.
- Contras
- Pocas opciones de colores, ya que solo está disponible en negro y marrón.
- No es resistente al agua, dependiendo de tu clima quizá no lo puedas usar siempre que quieras.
SproutWorld: la marca danesa que convirtió un lápiz en un símbolo de sostenibilidad
SproutWorld es una empresa con sede en Copenhague, fundada en 2013 por el emprendedor Michael Stausholm. La historia de la marca comienza cuando Stausholm descubrió un prototipo creado por estudiantes del MIT: un lápiz que, en lugar de terminar en la basura, podía plantarse y germinar gracias a una cápsula con semillas. Fascinado por el potencial del invento, adquirió la patente y los derechos globales, transformando aquella idea académica en un proyecto empresarial con impacto real.
Desde entonces, SproutWorld ha crecido hasta convertirse en un referente internacional en productos plantables y sostenibles, con presencia en más de 80 países y oficinas en Dinamarca y Estados Unidos. Su catálogo abarca desde lápices tradicionales hasta delineadores de maquillaje, todos diseñados bajo una misma premisa: reducir residuos y fomentar un consumo más consciente mediante objetos cotidianos que tienen una segunda vida útil.

SproutWorld lápiz delineador ojos plantable
La misión de la compañía es inspirar un cambio cultural hacia la responsabilidad ambiental, demostrando que pequeños gestos, como plantar un lápiz cuando se agota, pueden generar un impacto positivo y tangible. Su filosofía se basa en unir funcionalidad, diseño y sostenibilidad para crear productos que actúan como un recordatorio simbólico de que otra forma de consumir es posible.
Textura y aplicación ¿Es un buen producto de maquillaje?
Más allá del aspecto ecológico, que sin duda me encanta, mi pregunta inicial al descubrirlo era muy básica: ¿es un buen lápiz delineador o solo se queda en algo anecdótico? Lápices delineadores hay muchos, y por desgracia hay muchos muy malos en el mercado. De hecho, durante años abandoné el delineado porque los lápices que había tenido hasta entonces eran terriblemente incómodos y usarlos en mi maquillaje se había convertido en un auténtico suplicio.
Con el tiempo, aprendí más de maquillaje y descubrí productos mucho más respetuosos con la sensible piel del contorno de ojos. Por eso, lo primero que hice al tener los lápices delineadores plantables de SproutWorld fue probarlos en la muñeca. La textura era suave y cremosa, este lápiz presentaba la textura relativamente blanda que se necesita en la zona del contorno.

SproutWorld lápiz delineador ojos plantable
A la hora de aplicarlo en la línea de las pestañas descubrí que aunque la textura es cremosa, es lo suficientemente firme para que la punta se mantenga afilada y podamos ser precisas. No se rompe ni se parte con facilidad, por lo que nos ofrece la posibilidad de dibujar el trazo desde muy fino hasta grueso. El control está en nuestra mano, ideal si eres creativa y precisa.
El marrón es tendencia y nunca falla
El tono marrón, concretamente el Mocha Mousse, fue coronado color del año 2025 por Pantone. Esto ha hecho que el marrón gane fuerza en la moda, el diseño y por supuesto en el maquillaje. Ya os contamos que el marrón es un color básico en maquillaje y que nunca falla. De hecho, el lápiz de SproutWorld que hemos probado ha sido en este color aunque también tienen disponible el clásico negro. Dos básicos indiscutibles que no pueden faltar en el tocador diario.
¿Cómo es el marrón que nos ofrece la marca danesa? La propia SproutWorld describe su eyeliner marrón como un trazo rico e intenso, pensado para quienes buscan un acabado natural pero definido. Es el tono perfecto para tener intensidad sin el dramatismo que puede otorgarnos el negro, un equilibrio entre naturalidad y profundidad.
El color es un marrón más bien frío y oscuro. Se aplica y se mantiene bien aunque no estamos hablando de un perfilador permanente. Por lo tanto, si te frotas el ojo puedes arrastrarlo. La ventaja de esto es que podemos aplicarlo y difuminarlo con facilidad y hasta nos puede ayudar como base oscura de nuestro maquillaje, ya que nos permite dibujar la zona a colorear y luego difuminar para que las líneas no se vean tan marcadas, logrando un efecto suave.

SproutWorld lápiz delineador ojos plantable
El color se mantiene bien, sin cambios evidentes unas 6 horas. Pasado este tiempo la intensidad se va apagando poco a poco. Lo bueno es que no parece caer en la parte inferior, aun utilizándolo en la línea de las pestañas inferiores. Simplemente va perdiendo intensidad con el paso del tiempo, pero nada que no sea habitual en lápices delineadores clásicos, un comportamiento estable y predecible.
Este marrón es versátil, especialmente para quienes buscan un delineado que aporte definición sin la dureza del negro. Sin embargo, extraño disponer de algunos tonos más. Personalmente me encantaría encontrarme con un lápiz en color beige, que me encanta usar en la línea del agua para aportar luminosidad a mi mirada. Si no te sales del negro y el marrón es una opción que cumple bien su función diaria.
No hay que ser profesional para sacarle partido
Lo leí en alguna opinión en Amazon y lo he comprobado por mí misma. La mina cremosa facilita mucho el trazo. Además, al no fijarse de forma inmediata, da margen de mejora y te permite difuminar si no quieres un eyeliner marcado.
La textura del lápiz permite deslizarlo sin tirones, algo que se agradece en párpados sensibles. La fórmula, elaborada con aceites naturales como el de ricino y carnauba, contribuye a esa sensación de suavidad. Además, al ser un lápiz tradicional, se puede afilar para lograr una punta fina o dejar más romo para un efecto difuminado. E incluso ladearlo para hacer trazos más gruesos, lo que aporta flexibilidad creativa.

SproutWorld lápiz delineador ojos plantable
En mis pruebas, el delineador se comporta de forma estable y manejable, ideal para quienes buscan un producto que no requiera técnica avanzada. El eyeliner no es mi fuerte y sin embargo, me he sentido cómoda con este lápiz. No es waterproof, pero sí mantiene una buena duración en días sin humedad extrema. Para looks cotidianos, funciona sin complicaciones, cumple más de lo que me esperaba inicialmente.
Un lápiz que se adapta a múltiples estilos de maquillaje
La versatilidad es uno de los grandes valores del delineador marrón de SproutWorld. Su fórmula permite trabajar desde un delineado clásico hasta un efecto ahumado rápido. La mina, al ser cremosa y modulable, facilita difuminar el trazo antes de que se asiente, lo que abre la puerta a múltiples estilos de maquillaje.
Entre los usos más prácticos:
- Delineado fino para agrandar la mirada sin endurecerla.
- Efecto “tightlining” para intensificar la línea de pestañas sin que parezca que llevas maquillaje.
- Ahumado exprés aplicando el lápiz y difuminando con un pincel pequeño; de hecho, incluso se difumina bien con el dedo.
- Base para sombras marrones cuando se busca un look monocromático café. Potenciará el tono de la sombra.

SproutWorld lápiz delineador ojos plantable
Este tipo de versatilidad lo convierte en un producto ideal para quienes buscan un único lápiz que resuelva varios estilos. Además, su tono marrón encaja con la tendencia “clean look”, donde la mirada se define sin perder suavidad.
En mi experiencia, el lápiz funciona especialmente bien para crear un delineado difuminado que aporta profundidad sin rigidez. La textura permite corregir fácilmente, perfecto para mi maquillaje minimalista del día a día, un aliado práctico y funcional.
Un diseño que apuesta por la sostenibilidad sin renunciar a la estética
Pero no nos engañemos, lo llamativo de este delineador es su concepto plantable, algo que le suma puntos y aunque no sea el lápiz más revolucionario del mundo del maquillaje, si cumple bien ya nos parece una opción interesante. Cuando el lápiz llega al final de su vida útil, la cápsula que contiene semillas permite plantar el resto del producto y obtener flores silvestres amigables con las abejas.
Este gesto convierte un residuo habitual del maquillaje en un pequeño acto de sostenibilidad. Y desde que vi en un documental la importancia de las abejas en el ecosistema mundial, tengo ganas de plantar flores silvestres en cada parterre abandonado que veo, un impulso que conecta naturaleza y conciencia.

SproutWorld lápiz delineador ojos plantable
La marca, con sede en Copenhague, ha patentado este sistema y lo aplica también a sus lápices de cejas y otros productos de papelería, que pienso comprarles a mis hijos. Su objetivo es reducir el impacto ambiental y fomentar un consumo más consciente. Personalmente me parece una propuesta por parte de SproutWorld que hay que destacar, pues es creativa y consigue reducir el impacto de una industria —al menos en el caso del producto que analizamos hoy— como es la del maquillaje, que genera una cantidad de residuos enorme, un ejemplo de innovación sostenible.
Además, el lápiz no es desmontable, algo que sorprende al principio pero que responde a su diseño sostenible. Al no incluir piezas separadas, se reduce el uso de materiales y se facilita su biodegradabilidad. Este diseño es intencional, pensado para que el producto tenga un ciclo de vida completo: maquillar, afilar, usar y plantar, un proceso que une simplicidad y coherencia.
Una experiencia que conecta belleza y responsabilidad
Más allá de su funcionalidad, el delineador plantable genera una experiencia emocional que hay que destacar. Mientras lo usas, no solo te estás maquillando, piensas en que cuando se termine contribuyes a algo bueno. De hecho, en algunas reseñas que leí antes de probarlo, muchas personas hablaban de una sensación de cierre positivo cuando plantaban el lápiz, una conexión entre gesto y significado.
Este enfoque conecta con una tendencia creciente: la búsqueda de productos que unan cuidado y conciencia, donde el gesto de maquillarse no esté reñido con el respeto al entorno. En ese sentido, SproutWorld se posiciona como una marca que entiende el valor simbólico de sus productos, una unión entre belleza y responsabilidad.

SproutWorld lápiz delineador ojos plantable
En mi caso, no he podido plantar el lápiz, pues aún le queda mucha vida. Pero me hace imaginar ese momento como algo casi ritual. De hecho, quiero comprar lápices para mis hijos, porque sé que para ellos será muy emocionante plantarlos y ver cómo crece, una experiencia que mezcla juego y aprendizaje.
Conclusión: un delineador que une color, suavidad y sostenibilidad
El lápiz delineador marrón plantable de SproutWorld es una propuesta que combina color y sostenibilidad de forma honesta. Su tono moka oscuro encaja con las tendencias actuales, su aplicación es sencilla incluso para manos inexpertas y su versatilidad lo convierte en un básico del neceser, un equilibrio entre comodidad y eficacia.
Pero su valor diferencial está en su diseño plantable, que transforma un residuo en flores silvestres. No es un delineador waterproof ni pretende serlo; su objetivo es ofrecer una experiencia suave, natural y respetuosa con la piel y el entorno. Su valor es casi filosófico y apunta a una tendencia mucho más sostenible, donde los pequeños gestos contribuyen a un consumo más respetuoso con nuestro entorno, una visión que une maquillaje y sostenibilidad.