Longchamp galopa hacia 2026: el Año del Caballo se viste de rojo y oro
Una campaña pop y poética que reinventa el icónico Le Roseau y convierte la tradición en moda vibrante.
Longchamp inaugura el Año Chino del Caballo con una colección cápsula vibrante, que rinde homenaje a su símbolo fundacional: el caballo. Este animal, asociado con la energía y la libertad, se reinterpreta en tonos dorados sobre un fondo rojo carmín y burdeos, evocando los colores auspiciosos del Año Nuevo Lunar. La propuesta no solo celebra la tradición, sino que también transmite vitalidad, protección y renovación, valores que han acompañado a la maison desde sus inicios.
La campaña convierte al caballo en protagonista absoluto, un icono que galopa entre la historia de la marca y la modernidad de la moda contemporánea. Con esta reinterpretación, Longchamp reafirma su capacidad de unir heritage y tendencia en un mismo gesto creativo.
Riding the Spring Breeze: pop y poesía
La campaña titulada Riding the Spring Breeze se presenta como un universo alegre y colorido. La top model Cici Xiang, fotografiada por Leslie Zhang, encarna un espíritu juvenil que conecta con la nostalgia y la renovación. La música de François Villevieille acompaña imágenes que evocan un cielo azul y una hierba verde brillante, símbolos de la llegada de la primavera y del optimismo que define a Longchamp.
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Este enfoque pop y poético invita a un viaje emocional hacia la infancia, donde los caballos reinventados se convierten en metáforas de libertad. La maison demuestra que la moda puede ser tanto un objeto de deseo como un relato cultural cargado de sensibilidad y estilo.
Le Roseau y los accesorios del Año Nuevo Lunar
El icónico bolso Le Roseau se reinventa en piel de becerro lisa, con un cierre de bambú dorado y un nuevo detalle de lazo en la parte delantera. Este gesto de diseño aporta un aire fresco sin perder la esencia de la pieza. La cápsula incluye también pequeños artículos de cuero inspirados en los sobres rojos tradicionales: un estuche tipo sobre y un tarjetero.
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La propuesta se completa con una cinta de seda con motivo ecuestre y un llavero mullido en forma de caballo, concebido como amuleto de la suerte. Estos detalles refuerzan la conexión entre moda y ritual, transformando cada accesorio en un símbolo cultural y emocional.
Experiencia en boutique: moda y celebración
Más allá de la colección, Longchamp llevará la celebración a sus boutiques insignia en Asia. Fotomatones, juegos Pinko, tarjetas rasca y gana y tiovivos con caballos animados crearán experiencias memorables. La maison convierte la compra en un acto festivo, donde la interacción y la moda se fusionan para generar engagement con el público.
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La edición limitada estará disponible del 30 de diciembre al 26 de febrero en China continental, Malasia, Hong Kong SAR, Taiwán y Singapur. Con esta estrategia, Longchamp refuerza su presencia en mercados clave y se posiciona como referente de lujo accesible y culturalmente conectado.
Moda, tradición y lifestyle
El Año del Caballo se convierte en una oportunidad para que Longchamp reafirme su identidad. La maison no solo celebra un símbolo, sino que lo transforma en narrativa visual y experiencial. La combinación de rojo y oro, la reinterpretación de Le Roseau y las actividades en boutique consolidan un mensaje claro: la moda puede ser un puente entre tradición y modernidad.
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En un contexto donde el lifestyle y la belleza se integran en la experiencia de marca, Longchamp demuestra que cada detalle puede ser un gesto de renovación y elegancia. Así, la maison francesa galopa hacia 2026 con una propuesta que une historia, creatividad y deseo, lista para conquistar tanto a los amantes de la moda como a quienes buscan un relato cultural con estilo.