Piel grasa: los cuidados específicos y la rutina de skincare más adecuada
Sigue estos sencillos pasos para lucir un rostro cuidado y libre de imperfecciones.
¿Tienes la piel grasa o mixta/grasa? Si tu respuesta es afirmativa, o crees que podrías tenerla, lo primero que debes tener en cuenta es que tu piel precisa de ciertos cuidados específicos. A pesar de que tener la piel grasa, no es un sinónimo de acné, lo cierto es que las probabilidades se multiplican y puede que esta molesta afección aparezca.
La aparición de acné es, por tanto, uno de los mayores temores de quienes tienen la piel grasa. Por este motivo, muchas piensan que no es necesario usar cremas a diario para cuidarla, lo que conduce, de forma irremediable, a la deshidratación. Si tu piel es grasa y no sabes qué productos utilizar en tu rutina de skincare, sigue leyendo y descubre todos un mundo de secretos para cuidarla.
Qué significa tener la piel grasa
Aunque pueda parecer lo contrario, la piel grasa es una de las más habituales. De hecho, esta no solo se tiene en la adolescencia, sino que también se puede tener pasada esa edad. La relación directa que existe entre el acné y este tipo de piel hace que quienes la tienen no sepan qué cuidados ofrecerle. En muchos casos, las personas con piel grasa tienden a evitar el uso de productos por temor a que aparezca más grasa, cosa que puede ocasionar justo el efecto contrario del que se busca.
Si te preguntas qué es la piel grasa, debes saber que es aquella que se caracteriza por tener los poros dilatados, así como por la aparición de brillo a lo largo de todo el rostro. Es decir, el brillo no solo aparece en la zona T, como sucede con la piel mixta.
Por otro lado, la piel grasa puede tener tendencia a experimentar granos y puntos negros. Asimismo, otra de sus características es que puede presentar una textura poco uniforme. De ahí la importancia que tiene el saber cuidarla de la forma correcta.
La limpieza, la base del cuidado de la piel grasa
A pesar de que la limpieza es la base por la que se debe comenzar a cuidar cualquier tipo de piel, este paso es aún más importante cuando se tiene la piel grasa. De hecho, en este punto, lo más importante es tener en cuenta que debe llevarse a cabo con productos específicos. Es decir, con limpiadores destinados a las pieles grasas, mixtas o con tendencia al acné.
Estos productos destacan por llevar en su composición ingredientes seborreguladores. En otras palabras, ayudan a reducir y regular la producción de grasa. Por otro lado, también suelen llevar compuestos de acción calmante, con el objetivo de evitar que la piel se seque o irrite cuando tenga lesiones de acné de carácter inflamatorio. Un punto a tener en cuenta es que el producto debe contener ácido salicílico, un compuesto que ayuda a limpiar los poros de forma profunda.
Aunque no es 100% necesario, estos productos se suelen aclarar con agua, sobre todo, cuando usas aquellos específicos para piel grasa. Lo que sí resulta imprescindible es llevar a cabo una limpieza profunda sin optar por el secado extremo. Lo mejor es terminar la limpieza usando un tónico, mejor también si lleva ácido salicílico, para evitar que se quede ningún resto de suciedad en el interior del poro después de aplicar el limpiador.
¿Cómo cuidar la piel de tipo graso?
Como sucede con todos los tipos de piel, el cuidado de la piel grasa también tiene sus claves. En este sentido, una de las principales pasa por elegir productos libres de aceites y no comedogénicos. Es decir, aquellos que no son grasos. En cuanto a la textura de los productos, esta debe ser fluida sin aportar grasa. Emplea sérums, emulsiones o cremas ligeras.
En tu rutina de mañana se recomienda que incluyas un sérum seborregulador, así como una crema hidratante de carácter ligero creada a base de agua. Por la noche, puedes utilizar un activo indicado para mejorar el acné y los puntos negros o evitar la producción de grasa. Entre los más conocidos se encuentran el ácido glicólico, el ácido salicílico o el retinol.
Rutina de skincare para piel grasa paso a paso
A la hora de cuidar tu piel grasa, es importante llevar a cabo una rutina de limpieza facial adecuada a las características de la misma. Los pasos a seguir también son relevantes, por lo que conocerlos uno a uno te servirá de ayuda para lucir un rostro libre de imperfecciones.
Elige los productos adecuados, como has visto, debe ser una de tus prioridades. Sin embargo, también debes tener en cuenta la importancia de ser constante en su aplicación. De lo contrario, puede que la rutina pudiera no ser suficiente para cuidar este tipo de piel.
En cuanto a los pasos, debes seguir en orden los siguientes:
- Si estás maquillada, desmaquíllate con agua micelar. Las micelas eliminarán tanto los restos de maquillaje como cualquier otro tipo de suciedad.
- Limpia tu rostro en profundidad con un limpiador libre de aceites y con base de agua para eliminar cualquier rastro de suciedad. Llevar a cabo una doble limpieza es muy recomendable para las pieles grasas.
- Exfolia tu piel al menos una vez por semana. De este modo, podrás eliminar las células muertas y evitarás que los poros se obstruyan y pueda aparecer el temido, y molesto, acné.
- Con la piel limpia, apuesta por purificarla con una mascarilla especial para pieles grasas. De nuevo, este paso lo puedes dar una vez por semana. Aquellas elaboradas con té verde o ácido hialurónico son muy recomendables para la piel grasa y mixta/grasa.
- En el caso de que desees añadir un sérum, puedes incluir un seborregulador para tu skincare de mañana y uno con principios como el ácido salicílico o el retinol para la noche.
- Al final, no te olvides de terminar tu rutina con una buena crema hidratante. En este caso, elige una a base de agua, que no aporte grasa y de textura ligera. De lo contrario, tu piel podría quedar deshidratada.
Como ves, la piel grasa también precisa de cuidados específicos, así como de productos que ayuden a contrarrestar sus características para que pueda lucir siempre radiante y libre de imperfecciones.
Recuerda que, para ver resultados, debes ser constante con esta rutina de skincare. Si sigues los pasos que te hemos mostrado, notarás cómo, poco a poco, tu piel empieza a cambiar su aspecto desde adentro hacia afuera. Ha llegado el momento de olvidarte de los molestos granitos que pueden aparecer en este tipo de pieles.