Qué es el kapping de las uñas y cómo se hace
El cuidado de las uñas se ha convertido en parte fundamental de la rutina de belleza.
El mundo de la manicura se ha convertido en parte de la rutina de belleza. Son muchas las que dudan entre hacerse unas uñas de gel o unas acrílicas, pero también otras las que se preguntan qué tipo de manicuras existen para huir de la ya clásica semipermanente. Si eres una de ellas, la técnica del kapping se puede convertir en tu mejor aliada.
Este término deriva de la palabra inglesa cap, que significa gorra. El kapping, en este sentido, se basa en una innovadora técnica para cuidar las uñas que utiliza una capa protectora (o gorra) con el objetivo de fortalecerlas y que se vean cuidadas y mucho más bonitas.
- Qué es el kapping de uñas
- Beneficios del kapping en tus uñas
- Cómo se hace el kapping paso a paso
- ¿Hay diferencias entre el kapping y el esmalte semipermanente?
Además de en la estética, la técnica del kapping se centra también en añadir una protección extra a las uñas, lo que favorece tanto su salud como el crecimiento de las mismas. Es decir, este no es solo un método de manicura sencillo, sino que también busca la protección.
En el caso de que tú también quieras probarlo, debes conocer a fondo qué es el kapping de uñas y qué beneficios puede tener el aplicarlo en tu manicura. Asimismo, aprenderás cómo se lleva a cabo para tener en tu mano toda la información que necesitas.
Qué es el kapping de uñas
Son muchas las técnicas novedosas que han aparecido en los últimos años relacionadas con el cuidado de las uñas. Una de las que más llama la atención debido a sus múltiples beneficios es el kapping, que no se basa tan solo en aplicar esmalte con una finalidad estética, sino que va mucho más allá.
Esta curiosa práctica tiene como objetivo añadir una capa de protección a la uña. De este modo, hace la función de una barrera entre esta y los factores externos que pueden afectarle. Lo que se consigue es fortalecer la uña desde la base, lo que hace que crezca de manera más saludable. Además, se trata de una solución de larga duración para aquellas que buscan cuidar sus uñas y no solo lucirlas bonitas.
De hecho, tras la aplicación de muchas de las manicuras actuales, las uñas pueden crecer más finas y débiles, lo que las hace delicadas y las deja desprotegidas ante los agentes externos. El kapping será tu solución si quieres protegerlas mientras luces un acabado natural.
Beneficios del kapping en tus uñas
La técnica del kapping cuenta con muchos beneficios para las uñas. De hecho, en los últimos tiempos, este método adquiere cada vez más popularidad, debido a los increíbles resultados que es capaz de ofrecer.
Uñas más fuertes
En primer lugar, al usar una capa protectora, la técnica hace que las uñas se fortalezcan desde la primera aplicación. Esta capa funcionará como un escudo, lo que hará que las uñas no se rompan ni se astillen. Como resultado, serán más fuertes y resistentes.
Estimulación del crecimiento
Por otro lado, gracias a la capa protectora, el kapping también hace que las uñas crezcan más rápido y de forma saludable. La razón es que las protege de los agentes externos, como es el caso de los productos químicos. El crecimiento será más robusto e interesante.
Gran duración
La durabilidad del kapping es otra de las cosas por las que más destaca este método. La capa que se utiliza no solo fortalece la uña, sino que también hace que el esmalte que apliques más tarde dure mucho más tiempo. Esto puede suponer un ahorro a la hora de retocarlas. Lucirán impecables.
Protección 360
Por todo ello, se puede decir del kapping que ofrece a las uñas una protección integral ante los factores externos que pueden dañarlas. Gracias a su capa protectora, se mantienen en perfecto estado sin renunciar a la salud.
Cómo se hace el kapping paso a paso
Ahora que sabes todos los beneficios del kapping en tus uñas, puede que te preguntes cómo se lleva a cabo esta técnica. Para conseguirlo, hay que seguir un sencillo paso a paso.
Prepara la uña
El método comienza con la limpieza de las uñas. Antes de empezar, hay que asegurarse de que no quedan restos de esmaltes anteriores, así como de que están limpias y perfectas.
Capa protectora
Con las uñas limpias, lo siguiente que hay que hacer es aplicar una fina capa de la fórmula del kapping sobre cada una de las uñas. Hay que cubrir la superficie por completo para que la protección sea integral.
Proceso de secado
Después, la capa protectora se debe secar por completo. Algunas fórmulas del kapping pueden precisar de luz UV para acelerar el proceso, pero otras se secan al aire. Sigue siempre las instrucciones para no fallar.
Capa extra
Este paso es adicional. Si buscas un refuerzo adicional, puedes aplicar una segunda capa, repitiendo después el proceso de secado. Así, conseguirás una protección extra, sobre todo, si tus uñas son débiles.
Acabado
Cuando las capas estén secas, puedes aplicar tu esmalte favorito. Así, conseguirás ese toque estético cuidado, protegiendo a su vez la capa de kapping que has aplicado.
¿Hay diferencias entre el kapping y el esmalte semipermanente?
Otra de las dudas más frecuentes sobre el kapping de uñas y otras técnicas, como la manicura semipermanente, es si son iguales. En este punto, cabe destacar que existen varias diferencias. Estas son las más importantes:
- Duración: el esmalte semipermanente dura unas dos semanas. El kapping, por su parte, puede durar más allá de esas dos semanas sin precisar retoques, lo que puede suponer un buen ahorro.
- Aplicación: el esmalte semipermanente se hace aplicando una capa como base, después el color y una capa superior. El kapping, por su parte, se centra en la capa protectora.
- Remover el esmalte: el esmalte semipermanente, de forma general, se tiene que retirar con acetona u otras técnicas más abrasivas. El kapping, sin embargo, puede requerir técnicas como el limado o el uso de otros productos específicos.
- Fortalecimiento: las dos ténicas ofrecen fortalecimiento, pero el kapping lo consigue mucho más por la capa protectora que ofrece desde la primera aplicación y que es la base de este método.