Cómo pasar de un look de día a uno de noche en minutos
Pasar de un look de día a uno de noche, rápidamente, es posible
¿Quieres pasar de un look de día a uno de noche en un abrir y cerrar de ojos? Sabemos que el tiempo corre siempre en nuestra contra, porque con todo lo que tenemos que hacer durante el día, está claro que no siempre nos sobran minutos. Por eso, cuando tenemos una agenda tan ocupada, cambiarnos de ropa tampoco es algo que nos puede llevar demasiado tiempo. Si tienes que salir del trabajo y acudir a un evento de noche, te decimos cómo puedes hacerlo.
Debemos recurrir siempre a prendas atemporales y básicas que nos permitan hacer un cambio rápido. La versatilidad está muy demandada y en el cambio de look, todavía más. Con solo unos sencillos pasos, a modo de ajustes estratégicos, conseguirás transformar tu estilo.
Juega con los accesorios
Sin duda, los accesorios o complementos serán siempre los mejores aliados. Puedes optar por añadir algo vistoso para la noche, como pueden ser collares maxi o pendientes del mismo acabado. Los cinturones amplios y con pedrería también son un gran recurso a tener en cuenta. Eso sí, recuerda combinar todo ello con un bolso propio para la ocasión.
Añade una prenda que sea clave
No hace falta cambiarte de ropa si por ejemplo llevas un vestido negro. Porque se trata de una pieza clave que con los accesorios adecuados y un calzado propio, seguirá siendo el gran protagonista. Por eso, añadir una prenda a mayores es la solución para completar tu look de noche. Por ejemplo, un blazer elegante, satinado o con lentejuelas. Claro que también puede ser una bonita chaqueta de cuero o simplemente una bufanda que tenga algún tipo de adorno o detalle que destaque de las básicas.
Cambia el calzado
Si llevas unos deportivos o bien, unos botines sin tacón para el día, lo que puedes hacer al caer la noche es cambiarlos por unos zapatos de tacón. Sin duda, los de corte salón siempre son unos buenos aliados para seguir disfrutando de un look rompedor donde los haya. Eso sí, debes ir cómoda, por eso en muchas ocasiones en lugar de los tacones finos y de vértigo, nos quedamos con un tacón ancho que también es sinónimo de buen gusto.