Ácido glicólico: el exfoliante estrella que transforma tu piel desde la primera aplicación
El AHA más potente vuelve a ser tendencia: descubre por qué el ácido glicólico es el activo favorito de dermatólogos y amantes del skincare.
No es nada nuevo que los ingredientes de nuestros cosméticos son los que realmente marcan la diferencia. Ya os hemos hablado del valor antioxidante de la vitamina C o el poder de hidratación del ácido hialurónico. Pero son muchos los ingredientes interesantes que podríamos añadir a nuestra rutina diaria. Cada uno cumple su cometido y hoy nos vamos a centrar en un activo ideal para la exfoliación química, el ácido glicólico.
¿Por qué el ácido glicólico es el AHA más deseado en belleza?
El ácido glicólico se ha convertido en uno de los activos más buscados en cosmética gracias a su capacidad para renovar la piel de forma suave pero eficaz. Procedente de la caña de azúcar, este alfa-hidroxiácido destaca por su molécula extremadamente pequeña, lo que le permite penetrar mejor que otros AHA y actuar en capas más profundas de la epidermis. Esa penetración profunda es la clave de su fama: consigue exfoliar sin fricción, iluminar y mejorar la textura desde las primeras semanas de uso.

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Su función principal es la exfoliación química, un proceso que disuelve las uniones entre células muertas para revelar una piel más uniforme y luminosa. A diferencia de los exfoliantes físicos, no raspa ni irrita, lo que lo convierte en un aliado perfecto para quienes buscan resultados visibles sin comprometer la barrera cutánea.
Beneficios del ácido glicólico: el activo que lo hace (casi) todo
Uno de los motivos por los que el ácido glicólico es tan popular es su capacidad para ofrecer múltiples beneficios en un solo gesto. Su acción como exfoliante renovador ayuda a mejorar la textura, difuminar manchas y potenciar la luminosidad. Además, estimula la producción de colágeno, lo que contribuye a una piel más firme y con menos líneas de expresión.
Otro de sus grandes atractivos es su efecto sobre la hiperpigmentación persistente, ya que acelera la renovación celular y favorece un tono más uniforme. Por eso es habitual encontrarlo en rutinas enfocadas a tratar melasma, manchas postinflamatorias o marcas de acné.

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También es un ingrediente muy valorado en pieles con tendencia acneica. Su capacidad para desobstruir poros y regular la acumulación de células muertas ayuda a prevenir brotes y mejorar la apariencia de puntos negros. No es casualidad que muchos dermatólogos lo recomienden como complemento a tratamientos antiacné.
Cómo usar ácido glicólico sin irritar la piel
Aunque el ácido glicólico es un activo muy eficaz, también requiere una introducción progresiva para evitar irritaciones. Su potencia exfoliante puede resultar excesiva si se utiliza a diario desde el primer día, especialmente en pieles sensibles. La recomendación general es empezar con concentraciones bajas (entre el 5 % y el 8 %) y aplicarlo solo por la noche.
La clave está en combinarlo con ingredientes calmantes y mantener una buena hidratación. Tras su uso, activos como el ácido hialurónico o la niacinamida ayudan a reforzar la barrera cutánea y equilibrar la piel. Además, es imprescindible aplicar protección solar diaria, ya que los AHA aumentan la sensibilidad al sol.

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En pieles muy reactivas, puede ser preferible optar por otros exfoliantes más suaves, como el ácido láctico. Pero si la piel lo tolera bien, el glicólico se convierte en un aliado transformador.
¿En qué productos puedes encontrarlo?
El ácido glicólico está presente en una amplia variedad de productos: tónicos, sérums, limpiadores y peelings. Los tónicos suelen ofrecer una exfoliación ligera, ideal para uso frecuente, mientras que los sérums concentran una mayor potencia para tratar manchas o textura irregular. Los peelings, por su parte, proporcionan una renovación intensiva, pero deben usarse con moderación y siguiendo siempre las indicaciones del fabricante.

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Para quienes buscan resultados visibles sin complicaciones, los tónicos de uso nocturno son una opción equilibrada. Si el objetivo es tratar manchas o marcas, los sérums con concentraciones medias pueden ser más eficaces y estables.
¿Es para todo tipo de piel?
Aunque el ácido glicólico es versátil, no todas las pieles reaccionan igual. Las pieles normales, mixtas y grasas suelen beneficiarse especialmente de su acción como exfoliante iluminador. En cambio, las pieles muy sensibles pueden experimentar irritación, por lo que conviene realizar una prueba previa o elegir concentraciones más suaves.
En pieles maduras, su capacidad para estimular colágeno y mejorar la textura lo convierte en un activo especialmente interesante. Y en pieles acneicas, su acción sobre los poros obstruidos lo hace casi imprescindible.

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El ácido glicólico sigue destacando por su capacidad para ofrecer resultados visibles y constantes. Su acción como exfoliante transformador lo convierte en un imprescindible para quienes buscan una piel más luminosa, uniforme y con textura refinada. Integrarlo en la rutina, siempre con constancia y protección solar, es apostar por un activo versátil, eficaz y respaldado por la evidencia científica. En definitiva, el ácido glicólico es ese ingrediente renovador que eleva cualquier rutina de belleza y demuestra por qué sigue siendo uno de los favoritos de dermatólogos y expertos en cosmética.