Cómo elegir tu base de maquillaje ideal según el subtono de tu piel
¿Tu base nunca se ve natural? El problema no es el tono, es el subtono. Descubre cómo identificarlo y acertar siempre

Elegir la base de maquillaje perfecta puede parecer una misión imposible. ¿Demasiado rosada? ¿Demasiado amarilla? ¿Por qué parece que nunca se funde bien con tu piel? La clave no está solo en el tono, sino en el subtono. De hecho, cuando te hablamos de la colorimetría, te explicamos su importancia también para combinar tus estilismos. No obstante, hoy vamos a centrarnos en el maquillaje para que consigas la base perfecta que se funda con tu tono de piel.
¿Qué es el subtono de piel?
Si nunca has oído hablar del subtono, no te preocupes que te lo explico. El subtono es el matiz que se encuentra debajo del color superficial de tu piel. No cambia con el sol ni con el paso del tiempo, y es lo que determina si una base se integra o “choca” con tu rostro. Por ejemplo, yo tengo un subtono amarillo, por lo que las bases algo rosas no son para mí.
Existen tres grandes grupos:
- Subtono cálido: tu piel tiene matices dorados, amarillos o melocotón (este es el mío).
- Subtono frío: predominan los matices rosados, azulados o rojizos.
- Subtono neutro: equilibrio entre cálido y frío, sin que uno domine claramente; es menos habitual pero también se da.

Vía Freepik | Existen tres tipos de tonalidad en la piel: fría, cálida y neutra
Cómo saber cuál es tu subtono
La clave para averiguarlo es observarse, por supuesto sin maquillaje. Aunque como para todo el mundo no es fácil verlo, te dejo algunos trucos que ayudan, sobre todo al principio:
- Test de las venas: observa las venas de tu muñeca, con luz natural. Dependiendo del color que tengan podrás encajar tu subtono de la siguiente forma:
- Verdes: subtono cálido
- Azules o moradas: subtono frío
- Difíciles de distinguir: subtono neutro
- Prueba del papel blanco: coloca una hoja blanca junto a tu rostro con luz natural. Este método es mejor hacerlo con una amiga que te observe.
- Si tu piel se ve amarilla: cálido
- Si se ve rosada o azulada: frío
- Si no notas diferencia: neutro
- Joyas que te favorecen: Si con lo anterior aún tienes dudas, las joyas pueden aclararte las ideas. Prueba diferentes opciones en dorado o plateado y observa cómo te ves.
- El dorado te ilumina: cálido
- El plateado te sienta mejor: frío
- Ambos te sientan bien sin diferencias: neutro
- Reacción al sol: Una de las principales diferencias entre pieles cálidas y frías es cómo reaccionamos al sol. Si se broncea con facilidad, tenemos la piel cálida, pero si se quema o pone roja, nuestra piel será fría. Recuerda que esto no tiene que ver con estar más o menos moreno, solo con la temperatura de color (frío o cálido).

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Cómo elegir la base según tu subtono
Una vez identificado tu subtono, toca elegir la base que lo complemente. Aquí va la guía definitiva:
- Subtono cálido: Busca bases con matices dorados, amarillos o beige cálido. Palabras clave en el envase: “warm”, “golden”, “honey”.
- Subtono frío: Opta por bases con matices rosados, porcelana o beige frío. Palabras clave: “cool”, “rose”, “ivory”.
- Subtono neutro: Elige bases con matices beige neutro o ligeramente oliva. Palabras clave: “neutral”, “natural”, “true beige”.

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Consejos extra para acertar con tu base
A la hora de elegir el tono de base en concreto que vas a usar, ten en cuenta estos detalles. Te aseguro que marcan la diferencia:
- Prueba la base en la línea de la mandíbula, no en la mano. Puede que tengamos una pequeña diferencia de tonalidad entre rostro y manos. De este modo, estaremos más cerca de elegir el tono correcto.
- Hazlo con luz natural, nunca bajo fluorescentes. Este detalle es importante, porque en algunas tiendas nos encontramos con luces cálidas que aportan un aire más acogedor. Esto es genial para la tienda, pero nos hace ver nuestra piel más naranja de lo que realmente es.
- Espera unos minutos para ver si la base se oxida (se oscurece). Algunas marcas oscurecen ligeramente con el contacto con el aire y eso se nota al pasar unos minutos. Si te decides por un tono nada más verlo, puede que luego sea más oscuro de lo que esperabas. El resultado que conseguimos es un efecto máscara donde se verá claramente que no es tu tono.
- Ten en cuenta que tu tono puede variar en verano e invierno. Sobre todo si te bronceas con facilidad. Así que no te extrañe que esa base que tan bien te sentaba en invierno se vea extraña en verano. Solo tendrás que ajustar el tono para adaptarte al cambio de tu piel.

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Elegir una buena base no solo requiere acertar con el tono, también es interesante pensar en qué buscamos. ¿Una alta cobertura? ¿Acabado mate? ¿Efecto glow? Hay multitud de opciones que se adaptan a todos los gustos. De hecho, yo tengo diferentes bases, algunas más para diario, cuando busco un maquillaje más natural y fresco. Y en otras ocasiones busco fórmulas con mayor cobertura o durabilidad. Pero eso sí, el tono siempre es el mismo y con todo lo que hemos visto ya no podrás fallar.