Lavado inverso: qué es y por qué no deberías ponerlo en práctica
A pesar de que el lavado inverso esté en el ojo del sector del cuidado del pelo, realmente podría ser una mala idea adentrarse en esta controversial forma de lavado capilar.
Parece ser que con el pasar de los años nos damos cuenta de que constantemente estamos llevando a cabo procesos de belleza que no son tan beneficiosos como creíamos en un principio. Y recientemente la práctica del lavado inverso ha ganado mucha popularidad, pero a pesar de ello, quizá no sea tan buena para ti…
Aunque, antes de continuar, si bien la mayoría de los dermatólogos está de acuerdo con que esta práctica puede ser poco beneficiosa, hay otros que opinan que esto podría ser el secreto para una melena hermosa y brillante, si es que entras en el pequeño grupo de personas aptas para ello.
En cualquier caso, te contaremos de qué se trata esta nueva tendencia que ha aparecido en redes sociales y por qué podría ser una mala idea cambiar la secuencia de tus productos de cuidado capilar.
¿Qué es el lavado inverso?
Seguramente por el nombre de esta práctica puedes adivinar, y es que es exactamente eso: invertir el orden de los productos, donde primero acondicionamos el pelo (usualmente con un acondicionador más profundo) y después aplicamos el limpiador o el champú de toda la vida.
Pero, ¿por qué haríamos esto?
En la teoría todo suena muy bonito, pues, se basa en la idea de que el acondicionador se encargará de brindar los nutrientes necesarios para lograr unas hebras de pelo suaves y bien hidratadas, mientras que los poros de la proteína estructural del pelo se abren por el pH del agua.
Todos sabemos que el acondicionador es una parte esencial del cuidado capilar, ya que nutren e hidratan el propio cabello, haciendo que este sea capaz de retener mayor humedad, la cual será necesaria para un pelo sano, manejable, brillante y elástico.
Por otro lado, es más probable que el pelo absorba la hidratación del acondicionador si este se utiliza en primer lugar, por lo que usualmente se considera como un tratamiento estético para aquellas personas con un pelo fino y delgado. Sin embargo, no debemos olvidarnos de que esto es un efecto puramente estético, por lo que no ayuda en absoluto a tratar la causa de su debilitamiento, rotura o caída.
¿Por qué no deberías hacer el lavado inverso?
Si el simple hecho de que esta práctica nace de una ilusión que hace parecer el pelo más grueso y resistente, pero que en realidad no está nutriendo en absoluto, a tu pelo no te parece suficiente, a continuación te daremos 10 razones extra que seguro te convencerán de nunca cambiar el orden de tus productos de belleza.
El acondicionador no es un agente limpiador
Como mencionamos en un principio, el acondicionador es un producto pensado para brindar hidratación y nutrición, por lo que no es capaz de limpiar el pelo. Esto se debe a que no tiene la capacidad de abrir la cutícula de las hebras, lo cual resulta esencial al momento de la limpieza.
Además de ello, precisamente debido a que no es capaz de abrir la cutícula, es por ello que usarlo de primero no resulta beneficioso en absoluto, pues, no es capaz de penetrar de la misma manera que lo haría si lo usamos después del champú.
Mayor irritación, descamación o grasa
Mantener el pelo limpio es fundamental para evitar la aparición de alteraciones en el pelo y el cuero cabelludo, por lo que no eliminar la suciedad de forma adecuada puede ser un problema bastante incómodo.
La tarea del champú es bastante sencilla: eliminar las impurezas que se encuentran en el pelo debido a procesos naturales, como el sudor, la producción de sebo y la suciedad de nuestras mismas manos al tocarnos el cabello, así como también todas aquellas extrínsecas, como la exposición a la polución y la contaminación ambiental.
Y si a largo plazo nuestro cabello permanece sucio de forma constante, podemos irnos olvidando de la idea de tener una melena digna de un comercial.
Tu cabello será un imán de impurezas
Solo ten en cuenta lo siguiente, has usado el acondicionador en primer lugar y después el champú. Este último es el encargado de abrir la cutícula del pelo, mientras que el primero se encarga de sellarlas para retener la humedad y que los principios activos se absorban adecuadamente.
Por lo tanto, si has dejado las cutículas abiertas, tu cabello se convertirá en un manjar para las impurezas del medio ambiente, la polución y cualquier otro contaminante, por lo que te verás forzada a lavarlo con mayor frecuencia de la recomendada.
Pelo quebradizo
El acondicionador tiene propiedades más allá de brindar hidratación y dejar el pelo suave y brillante –aunque no te olvides de una buena mascarilla capilar–. Cuando aplicamos un acondicionador, este se encarga de fortalecer y reparar el cabello, lo cual es esencial para evitar su rotura.
Lo que sucede es que si al momento de lavarlo no se nutre adecuadamente, y si le sumamos que con el posterior uso del champú abriremos las cutículas, todos los mínimos beneficios que hemos conseguido se perderán, lo que dará como resultado un pelo delicado y frágil.
Dile adiós al color de tu melena
Como te hemos mencionado hasta el cansancio, el champú abre tus cutículas, por lo que si estás pensando en llevar a cabo el sistema de lavado inverso, puede ser un buen momento para despedirte del color de tu pelo.
Dejar las cutículas abiertas es una idea tan mala, que de hecho los profesionales al momento de teñir el pelo recomiendan usar champú y acondicionadores sin base jabonosa, de forma que puedan nutrir y sellar la cutícula en cada lavado, lo que alarga la vida de tu nuevo color.
Cabello opaca
Lograr ese brillo tan magnífico en el pelo solo es posible cuando el acondicionador se utiliza en la fase final del lavado y después de un suave masaje con los dedos para sellar adecuadamente la cutícula. Si inviertes el proceso, nunca podrás conseguir ese efecto espejo que deseas.
Pelo aburrido y sin movimiento
Los fabricantes recomiendan el lavado tradicional por una simple razón: es la única forma de conservar todas las propiedades de los productos para el pelo.
Aplicar el acondicionador al final del lavado permite mantener la flexibilidad y el movimiento que le otorgan al pelo sus principios activos, y por lo tanto, si invertimos el orden de aplicación, notaremos como con cada lavado perderemos este movimiento y obtendremos una melena rígida y mucho más propensa al frizz.
Puntas abiertas
El lavado inverso es la fórmula perfecta para lograr unas puntas secas y abiertas, tan solo después de un par de lavadas…
Un buen acondicionador ayuda a mantener la hidratación del pelo evitando la pérdida de humedad, tal cual lo harían los productos con efecto oclusivo en la piel. Pero si optamos por el lavado inverso, en el mejor de los casos, solo te ayudará a enmascarar el problema, pero la punta de cada una de tus fibras capilares se abrirá más rápido que nunca.
¡Encrespamiento total!
¡Parecerá que acabas de pasar un globo por tu pelo! Esto se debe a que debido a que tu pelo no ha logrado conservar nada de humedad dentro de su estructura, toda pequeña partícula de humedad que haya en el ambiente se va a unir a tu pelo, y lamentamos decirte que no podrás hacer nada para evitar parecer el rey de la selva.
Cabello irreparable a largo plazo
Si ya de por sí todas las razones que te hemos mencionado son lo suficientemente malas, cuando realizamos esta técnica a largo plazo, todos y cada uno de los nutrientes necesarios para un cabello sano se irán evaporando, lo que con el tiempo desgasta tu cabello, volviéndolo más delgado y frágil.
De hecho, es básicamente lo mismo que sucede cuando nos volvemos mayores; la fibra capilar se adelgaza debido a que los nutrientes en su interior desaparecen con mayor facilidad. Precisamente por esta razón es por la que debemos apostar siempre por un acondicionador que nos ayude a rellenar de nutrientes esenciales y de esta forma, aumentar la densidad interna de cada hebra de cabello.
¿Realmente alguien podría beneficiarse del lavado inverso?
Aunque todo parezca un dolor de cabeza con el lavado inverso, de hecho algunas personas sí podrían beneficiarse de ello. Si tu pelo tiene una alta tendencia a producir grasa, quizá eliminar los restos de acondicionador que quedan en tu pelo con champú puede ayudar a evitar que se apelmace y vuelva a estar sumamente grasoso a los pocos días.
Por otro lado, aquellas personas que busquen tener un pelo naturalmente “hidratado”, dejando de lado todos los residuos de productos que quedan en el pelo, también pueden ver el lavado inverso como una buena opción.
Sin embargo, si a pesar de que la mayoría de los peluqueros profesionales no recomienda esta técnica, quieres intentarlo, lo mejor que puedes hacer es usar productos que hayan sido fabricados para una finalidad similar. Por ejemplo, un champú adecuado para tu tipo de pelo, que no abra las cutículas y que tenga tensioactivos naturales, ya que de esta forma lograrás minimizar los posibles efectos negativos de los que te hemos hablado.