Más allá de la crema: la nutricosmética puede ser la clave para una piel luminosa
Más allá de la crema: descubre cómo los suplementos dermocosméticos transforman tu piel desde dentro.

Cada vez más personas incorporan suplementos dermocosméticos a su rutina de cuidado. ¿La razón? La piel no solo se trata desde fuera: lo que ocurre en el interior también se refleja en el exterior. La nutricosmética es una disciplina que une ciencia, salud intestinal y activos estratégicos, y está ganando protagonismo como aliada para mejorar el aspecto, la resistencia y el equilibrio cutáneo.
Intestino y piel: una conexión que no se ve, pero se nota
Cuidar nuestro interior conseguirá que nuestro exterior luzca mejor. La piel refleja en gran medida el estado interno del cuerpo, y curiosamente el intestino es más determinante de lo que pensábamos. En los últimos años, la ciencia ha confirmado lo que muchas expertas en dermocosmética ya intuían: existe una relación directa entre el equilibrio de la microbiota intestinal y la salud cutánea.

Vía Freepik
La disbiosis intestinal, un desequilibrio en la composición de bacterias beneficiosas, puede estar provocada por múltiples factores: estrés crónico, dietas pobres en fibra, exceso de azúcares, antibióticos o incluso alteraciones hormonales. Este desequilibrio genera inflamación sistémica, que se manifiesta en la piel con brotes de acné, sensibilidad, rojeces o falta de luminosidad.
“La conexión intestino-piel es cada vez más clara: cuando hay disbiosis intestinal se liberan mediadores inflamatorios que impactan en la piel, favoreciendo problemas como el acné, la rosácea o la pérdida de luminosidad. Una microbiota intestinal equilibrada, gracias a dieta rica en fibra y probióticos, suele traducirse en una piel más calmada, menos reactiva y con mejor aspecto general. Lo que ocurre dentro se refleja, inevitablemente, en el exterior” — Marta Agustí, directora dermocosmética de Advanced Nutrition Programme
Cuando el intestino funciona bien, la piel lo agradece. Una microbiota diversa y estable ayuda a regular el sistema inmunológico, controlar la inflamación y mejorar la absorción de nutrientes esenciales para la piel. Por eso, cada vez más profesionales recomiendan abordar los problemas cutáneos desde dentro, combinando el cuidado tópico con estrategias nutricionales que incluyan probióticos, prebióticos y suplementos específicos.
Este enfoque no solo mejora el aspecto visible de la piel, sino que también reduce su reactividad, fortalece la barrera cutánea y potencia su capacidad de regeneración. En definitiva, cuidar el intestino es cuidar la piel. Al final, lo que siempre se ha dicho —que quien se cuida por dentro se ve bien— es totalmente cierto: la ciencia lo corrobora.

Vía Freepik
Suplementos clave para una piel luminosa y equilibrada
La nutricosmética no se basa en fórmulas genéricas ni en promesas vacías. Su eficacia reside en la selección de activos específicos que actúan desde dentro, modulando procesos biológicos que influyen directamente en la calidad, resistencia y aspecto de la piel. En este aspecto, cada suplemento cumple una función estratégica, y su elección debe responder a las necesidades reales e individuales de cada persona. Por lo tanto, debemos analizar nuestras necesidades cutáneas antes de elegir un suplemento determinado.
“Nosotros preferimos hablar de suplementos dermocosméticos, que están totalmente enfocados en el cuidado de la piel y el pelo” — Marta Agustí
Uno de los más valorados es el omega-3, un ácido graso esencial que refuerza la barrera lipídica cutánea, ayudando a mantener la hidratación y a reducir la inflamación sistémica. Su acción antiinflamatoria es especialmente útil en pieles sensibles, con tendencia a rojeces o brotes. Además, contribuye a mejorar la elasticidad y a proteger frente al daño oxidativo.
Pero no es el único elemento interesante. La vitamina C, por su parte, es un clásico de la dermocosmética oral. Participa en la síntesis de colágeno, esta proteína es fundamental para cuidar la firmeza y estructura de la piel. También potencia la luminosidad y ayuda a neutralizar los radicales libres generados por la radiación solar, el estrés o la contaminación. Su efecto antioxidante es fundamental en rutinas antiedad y en pieles apagadas. De hecho, aunque no lo tomes como suplemento, es importante que esté presente en tu dieta.

Vía Freepik
El zinc es otro activo imprescindible, especialmente en pieles con tendencia acneica o con procesos de cicatrización lentos. Este mineral regula la producción de sebo, favorece la regeneración celular y tiene propiedades antimicrobianas que ayudan a controlar los brotes. Además, interviene en la respuesta inmunológica cutánea, lo que lo convierte en un aliado frente a la inflamación localizada.
Por último, los probióticos han ganado protagonismo como moduladores de la salud intestinal con impacto directo en la piel. Al favorecer el equilibrio de la microbiota, reducen la inflamación sistémica y mejoran la absorción de nutrientes clave. Su uso está especialmente indicado en casos de rosácea, acné persistente o pieles reactivas, donde el eje intestino-piel está claramente alterado.
“Los más populares son omega-3, que refuerzan la barrera lipídica y reducen inflamación; vitamina C, esencial en la síntesis de colágeno; zinc, clave en cicatrización y control del acné; y probióticos, que modulan la salud intestinal con reflejo en la piel” — Marta Agustí
Cabe destacar que estos suplementos no sustituyen el cuidado tópico: nuestra rutina de belleza seguirá acompañándonos. Pero son un excelente complemento inteligente que se convierte en una herramienta estratégica que nos permitirá abordar el cuidado de la piel en profundidad. Al final, la clave es el equilibrio. Por eso es indispensable elegir fórmulas con dosis eficaces y respaldo científico que además podamos integrar cómodamente en nuestra rutina diaria. Porque si supone un cambio o una molestia excesiva, es más probable que lo abandonemos, y la constancia es primordial.
Tabla comparativa de suplementos
Suplemento | Beneficios principales | Indicado para… | Notas clave |
---|---|---|---|
Omega-3 | Refuerza la barrera lipídica, reduce inflamación | Piel sensible, reactiva, con rojeces | Mejora elasticidad y confort cutáneo |
Vitamina C | Estimula síntesis de colágeno, aporta luminosidad | Piel apagada, con signos de envejecimiento | Potente antioxidante, refuerza defensa frente a radicales libres |
Zinc | Cicatrización, regulación del sebo, acción antimicrobiana | Piel grasa, acneica, con poros dilatados | Favorece regeneración celular y controla brotes |
Probióticos | Equilibrio intestinal, modulación inmunológica | Piel reactiva, con rosácea o acné persistente | Reflejo directo del bienestar digestivo en la piel |
¿Cuándo empezar con la nutricosmética?
La edad no es el único factor a tener en cuenta. De hecho, no debería ser el principal, ya que hay muchos otros aspectos como el tipo de piel, el estilo de vida, la alimentación, el nivel de estrés y la exposición solar que pueden ser determinantes en el estado de nuestra piel. No obstante, muchos expertos coinciden en que a partir de los 25 años se produce un descenso natural de colágeno y antioxidantes. Por eso, muchos establecen esta edad como un punto de partida, aunque con matices.

Vía Freepik
No se trata de cumplir a pies juntillas un esquema igual para todos. Puede que los 25 sean una referencia generalizada, pero quizás en tu caso tus necesidades requirieron un refuerzo antes o después. Está claro que el enfoque debe ser siempre individualizado y actuar en función de nuestras necesidades reales.
“No existe una edad universal, sino un contexto individual. No me gusta hablar de edades, sino de problemas de la piel y cómo solucionarlo. Aunque bien es cierto que es a partir de los 25 años cuando empiezan a disminuir los niveles naturales de colágeno y antioxidantes y por eso es un buen momento para plantear un soporte extra” — Marta Agustí, directora dermocosmética de Advanced Nutrition Programme
La nutricosmética representa una evolución en el cuidado de la piel: una forma de tratarla desde dentro, con activos que refuerzan su estructura, calman la inflamación y potencian su luminosidad. Bien enfocado, es un complemento que nos permitirá mejorar diferentes aspectos, no solo estéticos, ya que trabajaremos en nuestro bienestar físico en profundidad, lo cual terminará reflejándose en nuestro exterior.
Integrar suplementos dermocosméticos en la rutina diaria puede marcar la diferencia, especialmente cuando se busca un enfoque más completo, preventivo y personalizado. Porque si existe un aspecto claro en el empleo de la nutricosmética es la personalización. Nuestras particularidades son lo que marca nuestras necesidades y centrándonos en ello conseguiremos que lo que tomamos y aplicamos se note en la salud de nuestra piel.