Rosa mosqueta: qué beneficios tiene y qué productos la llevan

La familia de las rosáceas nos regalan una serie de plantas medicinales de grandes beneficios dermocosméticos. La también denominada Rosa eglanteria es una de ellas. El aceite extraído de este arbusto silvestre nativo de Chile, se caracteriza por su eficaz efecto regenerador sobre la piel, por lo que se recomienda en cuadros agudos de resequedad, desnutrición y presencia de manchas.

¿Es bueno el aceite de rosa mosqueta para la cara?

En la industria cosmética, la rosa mosqueta tiene un lugar privilegiado como ingrediente natural altamente efectivo en la lucha contra el envejecimiento prematuro, por ello, recibe el nombre de “la semilla de la juventud eterna”.

Su privilegiada composición reúne vitaminas A y C, antioxidantes y ácidos grasos esenciales, de esta forma, representa una excelente alternativa para disfrutar las ventajas del omega 3. El aceite esencial de la planta es un poderoso regenerador de la piel, ya que la hidrata profundamente y favorece la unificación del tono.

Aunque funciona muy bien en casos de desnutrición y sequedad, su uso facial está contraindicado en personas de piel grasosa o con tendencia acnéica. Esto se debe a que la planta puede ser comedogénica y contribuir tanto a la aparición de nuevos brotes, como de experimentar mayor sensación grasosa.

En este caso, conviene prestar atención a las rutinas de limpieza que incluyen el uso del aceite de argán –como las rutinas faciales para eliminar las espinillas– o el aceite de jojoba, dos alternativas que garantizan el mismo efecto regenerador, pero que son más ligeras y fáciles de absorber.

Otra ventaja del aceite de rosa mosqueta es que estimula la producción natural de colágeno y cuenta con propiedades que actúa como escudo protector frente a muchos de los agentes causantes de afecciones dérmicas.

Beneficios dermocosméticos de la rosa mosqueta

Las propiedades de la rosa mosqueta son continuamente analizadas en el mundo de la dermocosmética. Conforme se realizan nuevos estudios, crece la lista de beneficios. Hasta el momento, los efectos más relevantes de la planta en el cuidado de la piel:

Combate los signos del envejecimiento

Sale a la luz otro de los secretos para alcanzar la eterna juventud

Al igual que sucede con el acido kójico, el aceite esencial de rosa mosqueta penetra hasta las capas más profundas de la piel y actúa sobre las células responsables de producir elastina y colágeno de forma natural.

En este sentido, se convierte en un poderoso aliado en la recuperación de la firmeza y elasticidad.

Sus componentes antioxidantes tienen especial eficiencia en el control de los radicales libres, mientras que las vitaminas A, C y E se encargan de combatir las manchas o desigualdades de tonalidad que aparecen como consecuencia de las exposición inadecuada a la radiación solar.

Reduce las cicatrices

Como mencionamos al comienzo, uno de los aspectos que más despierta la atención de la planta es su capacidad regenerativa. De acuerdo a esta cualidad, es especialmente útil en el tratamiento de quemaduras y cicatrices, del mismo modo, mejora la apariencia de la piel marcada por las lesiones que provoca el acné.

Además de devolverle el equilibrio a la pigmentación, el alto contenido de ácidos grasos mejora la textura de la dermis, lo que, junto a la recuperación de la flexibilidad, permite reducir progresivamente las imperfecciones.

Para disfrutar de todas estas ventajas basta con aplicar un poco del aceite esencial de rosa mosqueta sobre las cicatrices o manchas. Una vez que sus componentes llegan hasta las capas más profundas, comienza la unificación del color y regeneración de la superficie.

La paciencia es un factor clave en el uso del producto, ya que debe ser aplicado con regularidad y esperar la aparición de sus resultados a largo plazo.

Trata el acné y la rosácea

Las propiedades de la rosa mosqueta lo vuelven un tratamiento efectivo para el acné

Aun cuando la absorción del aceite de rosa mosqueta es bastante lenta y puede ser contradictoria su aplicación en pieles con tendencia grasa o acnéica, la presencia de retinol y ácido linoleico disminuyen la producción de sebo.

Asimismo, el producto presume de potente acción antiinflamatoria, por ello, resulta ideal en el tratamiento de algunos tipos de acné, entre ellos, nódulos, pápulas, pústulas y quistes superficiales.

La vitamina A evita o minimiza la obstrucción de los poros, lo que previene el desarrollo de nuevas espinillas o puntos negros.

Respecto a su aplicación para tratar la rosácea, los dermatólogos coinciden en que los nutrientes presentes en su composición favorecen el trabajo de la barrera protectora de la piel.

Los los ácidos grasos esenciales y los elementos fenólicos se combinan con el ácido ascórbico para bridar el efecto hidratante necesario para disminuir la irritación y descamación.

Hidrata y mejora la textura de la piel

La barrera protectora de la piel requiere estar perfectamente hidratada para garantizar su funcionamiento. Las propiedades emolientes del aceite de rosa mosqueta se encargan de equilibrar la hidratación y mejorar la textura.

Además del aporte de suavidad e incremento de la flexibilidad que suponen los lípidos y aceites, el ácido linoleico (Omega-6) y gamma-linoleico inciden de forma directa en la estructura epidérmica para favorecer la retención del agua.

Otros componentes que evitan la pérdida de la humedad son los ácidos grasos esenciales, los cuales son elementos de gran ayuda en la prevención de los daños cutáneos que terminan provocando la descamación.

Debemos recordar que cuando la piel deja de ser flexible no sólo aparecen las antiestéticas líneas de expresión y arrugas, sino que pierde brillo y luce seca. Los productos como el aceite de rosa mosqueta estimula la producción de grasa natural y minimiza su pérdida, por ello disfrutamos de una apariencia lozana y radiante.

¿Cómo usarlo en tu piel?

Introducir el sérum de rosa mosqueta a tu rutina es una de las mejores decisiones

Ahora que conocemos los efectos que el ingrediente puede ofrecer a la salud de nuestra piel, es momento de aprender a sacarle el máximo provecho a sus propiedades.

Lo primero que tenemos que tomar en cuenta es que la reducción de las cicatrices y manchas no se logra de manera instantánea, resulta indispensable ser disciplinados e incluir el producto como parte de la rutina de cuidado.

Ahora bien, en lo que respecta al resto de los beneficios dermocosméticos, tales como la recuperación de la correcta hidratación, los tiempos de espera son mucho menores.

Aunque todo depende de la presentación y el fabricante, en general, el tratamiento debe aplicarse cada doce horas, por ello los especialistas recomiendan seguir dos rutinas de belleza, uno a primera hora de la mañana y el otro, antes de dormir. La duración depende de las condiciones de la piel y su tendencia a comportarse de una forma u otra

Cómo introducir el aceite de rosa mosqueta en tu rutina

No importa si el objetivo es devolver la hidratación, equilibrar el tono, eliminar manchas o tratar cicatrices, en la actualidad, sobran alternativas para introducir el ingrediente como alternativa para mejorar la salud de la piel. Entre la amplia gama de productos destacados se encuentran:

Aceite Facial de rosa mosqueta

Un sérum puede ser todo lo que falta en tu rutina. Foto: The Ordinary

Sin duda, la mejor presentación para integrar el producto en nuestra rutina de belleza es hacerlos mediante el uso de aceite 100% puro.

Al igual que cualquier otro aceite esencial, el de rosa mosqueta actúa desde el primer momento. En primer lugar, favorece la producción natural de colágeno y elastina. Este efecto se acompaña de la optimización de la hidratación, por lo que contribuye eficazmente a revertir o ralentizar los signos del envejecimiento.

BB Cream facial de día de Rosa Mosqueta SPF 50

¿Un protector solar a base de Rosa Mosqueta? Sí, sí, y súper sí. Foto: Babaria

Las cremas faciales con alto SPF son otra alternativa que goza de gran popularidad, sobre todo, cuando las formulaciones incluyen propiedades anti-polución y anti-envejecimiento.

Este tipo de elementos no sólo fortalece la barrera de la piel sino que actúa de manera independiente, como escudo protector frente a la formación y acción de los radicales libres.

Toallitas desmaquillantes de Rosa Mosqueta y agua micelar desmaquillante

Limpieza profunda con la suavidad de la rosa mosqueta. Foto: Babaria

Si bien ambos productos están especialmente formulados para brindar una limpieza profunda cada uno ejerce una acción propia, de esta manera, vale la pena combinarlos.

Mientras la vitamina E presente en las toallitas desmaquillantes se encarga de nutrir, la glicerina, suele ser el ingrediente activo del agua micelar, el cual suaviza la superficie de la piel. Es importante recalcar que las dos opciones pueden ser utilizadas incluso por personas de pieles sensibles o con tendencia grasa.

Crema facial antimanchas

Dile adiós a las manchas con una crema de rosa mosqueta. Foto: Babaria

Los titanes de la industria dermocosmética no dudan en incluir entre sus líneas de productos una gama que, además de despigmentar e hidratar, tenga acción iluminadora y antiedad.

Por lo general, este tipo de colecciones divide el tratamiento en cuatro productos: una crema de día, otra para la noche, un contorno de ojos y un sérum intensivo que se encargue de las manchas, todos ellos con la presencia de la rosa mosqueta como principal ingrediente activo.

Otra característica distintiva es su rusticidad, de esta forma, el tipo de superficie no supone ninguna barrera para su crecimiento así como tampoco la época del año, aunque los expertos aconsejan que la plantación coincida con el inicio de la primavera.

En cuanto a las alternativas de cultivo, podemos hacerlo a partir del uso de semillas o esquejes. Aunque es bastante resistente conviene esperar al menos 6 semanas para trasladarla una vez que ha sido plantada.

La preparación de la superficie se limita a disponer de un espacio de tierra que resista al encharcamiento, ya que la proliferación de la planta requiere que el terreno se mantenga húmedo. Asimismo, es recomendable elegir un tipo de suelo de pH neutro y utilizar humus de lombriz o cualquier otro sustrato para nutrirlo.

Asumiendo el uso de semillas, estas se plantan de forma directa y necesitan al menos unas 8 horas de oscuridad al día y la incidencia del sol durante el resto del tiempo. Las condiciones cambian una vez que ocurre la germinación, ya que a partir de ese momento, requieren luz indirecta por espacio de 8 horas.

En caso de plantar a partir de esquejes, la longitud ideal es de 25 centímetros, de los cuales sólo deben quedar asomados en la superficie.
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La alta concentración de ácidos grasos como el omega 3, 6 y 9 le otorga el color amarillo rojizo que distingue al producto, así como la ligereza de su textura.

Respecto al proceso de extracción, comienza con la recolección de los frutos de la planta el cual coincide con el mes de abril, ya que durante febrero y marzo experimenta la mayor parte de su crecimiento.

Es indispensable que los frutos estén completamente maduros, de lo contrario se corre el riesgo de que terminen dañados. Superada la primera fase, la segunda etapa es el presecado para lo que se utiliza el calor que emiten los rayos solares.

A continuación, los frutos son colocados sobre bandejas que se introducen en cámaras de secado. De esta manera, la tercera fase es la deshidratación y se ejecuta a una temperatura moderada para evitar que se dañen los escaramujos. Una vez que estos están bien secos, se muelen.

Finalmente, el aceite se obtiene de una prensa mecánica en frío en la cual son introducidas las semillas separadas de la pulpa. Cabe acotar que la cantidad del líquido equivale apenas al 8% del peso total de las semillas recolectadas.
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En definitiva, el aceite de rosa mosqueta es un aliado infalible para el cuidado de la piel, y aunque el arduo proceso que requiere su producción justifica su precio, lo que verdadera garantiza nuestra inversión es la cantidad de beneficios que podemos obtener sólo con incluir al poderoso ingrediente como parte de la rutina diaria de belleza.