Remedios caseros para combatir el acné en adultos

Algunos remedios caseros pueden resultar de gran ayuda para la batalla interminable contra los granitos.

Remedios caseros para combatir el acné en adultos
Deshacerse del acné nunca fue tan fácil
Publicado en Belleza

Estamos seguros de que también te ha pasado: nos sale un granito justo antes de una cita, reunión o un evento importante y necesitamos deshacernos de él a como dé lugar. Por supuesto, intentar reventarlo es una solución tentadora, pero existen opciones mucho más eficaces para tratar el acné en casa, incluyendo los más rebeldes de todos, sin riesgo a que nos quede una molesta mancha o cicatriz.

En la mayoría de casos, los remedios caseros buscan equilibrar los niveles de grasa de la piel, reducir la inflamación y sobre todo, eliminar las bacterias responsables de su aparición, y de esta forma, prevenir futuros brotes.

Aunque, a pesar de ello, realmente no hay muchas pruebas científicas que demuestren la eficacia de los remedios caseros, pero para aumentar el grado de efectividad, solo hemos escogido aquellos remedios que realmente pueden resultar útiles gracias a que existen pruebas que los respaldan.

¿Por qué aparecen los granos?

A pesar de que existan diferentes puntos de partida, realmente todos llegan al mismo problema: tus poros se obstruyen de grasa y células muertas, lo cual es un ambiente perfecto para el crecimiento de ciertas bacterias.

Cada poro de nuestro cuerpo está conectado a una glándula sebácea, la cual se encargará de producir una sustancia aceitosa llamada sebo. Esta resulta fundamental para la salud de la piel, ya que su ausencia puede provocar piel alípica.

Sin embargo, cuando el sebo se produce en exceso, lo que sucede en las pieles grasas y ciertas zonas de las pieles mixtas, aumenta la probabilidad de que los poros se obstruyan. Un poro “tapado” no permite que el oxígeno llegue a su interior, lo que provoca un mayor crecimiento de bacterias como Propionibacterium acnes.

Esta bacteria es un comensal en nuestra piel, pero cuando las condiciones son adecuadas (poco oxígeno) comienzan a reproducirse rápidamente. Un poro infectado por P. acnes activará el proceso de defensa de nuestro cuerpo, por lo que los glóbulos blancos intentarán atacar la bacteria para deshacerse de ella, esto provocará una inflamación en la piel y, por lo tanto, acné.

Por supuesto, dependiendo de la cantidad de bacterias y poros obstruidos, el acné será más o menos grave, y puede venir acompañado de puntos blancos, puntos negros, granos, dolor, etc.

Mujer viendo su piel en un espejo

Las causas del acné pueden ser de lo más variadas. Foto: Adobe Stock

Entre tanto, existen muchos factores que pueden contribuir al desarrollo de acné, como por ejemplo:

  • Genética: el biotipo de piel es hereditario, por lo que algunas personas pueden tener una predisposición hacia la producción de sebo en exceso, esto terminará en algún momento u otro obstruyendo los poros y originando un verdadero criadero de bacterias.
  • Dieta: aunque se trata de un tema de constante debate, se cree que el consumo elevado de ciertos alimentos ricos en grasas puede estar directamente relacionado con una mayor producción de sebo.
  • Estrés: ante ciertas situaciones, nuestro cuerpo libera cortisol y andrógenos adrenales, así como neuropéptidos y citocinas inflamatorias que tienen una influencia directa en el comportamiento de las glándulas sebáceas.
  • Cambios hormonales: un aumento en la producción de testosterona, (fisiológico en los hombres, especialmente en la pubertad. Patológico en las mujeres, estando relacionado con ciertos desórdenes hormonales) provoca una mayor actividad del folículo sebáceo.
  • Infecciones: una elevada cantidad de bacterias oportunistas en la piel puede aumentar la facilidad con la que comienza un brote de acné.

Remedios caseros para combatir el acné

La mayoría de los remedios aprovechan las propiedades de ciertas hierbas naturales, infusiones y demás ingredientes naturales que han dado muy buenos resultados durante años en la medicina tradicional.

Pero recuerda que aunque estos remedios caseros puedan ser muy eficientes y algunos de ellos tengan una actividad antiacnéica comprobada científicamente, deben ser combinados con cambios en el estilo de vida para atacar desde diferentes ángulos los molestos granitos.

De igual forma, antes de probar alguno de estos remedios tópicos, una buena idea es hacer primero la prueba del parche. Es decir, aplicar una pequeña cantidad en la muñeca o la mano y ver si existe alguna reacción desfavorable.

1. Aceite de jojoba

Aceite de jojoba

Uno de los mejores aceites para tu piel

Se trata de una sustancia cerosa natural que se extrae de las semillas del arbusto de la jojoba. Entre tantas propiedades del aceite de jojoba, algunas de las más interesantes para este caso, es que puede ayudar a acelerar el proceso de cicatrización de heridas, lo que incluye las lesiones provocadas por el acné.

El aceite de jojoba es un ingrediente perfecto para reducir la inflamación de la piel, lo que incluye también el enrojecimiento y la inflamación que hay alrededor de los granitos y espinillas.

Además, de acuerdo con un estudio realizado en 2012, donde se aplicó una mascarilla facial de aceite de jojoba a 133 personas. Después de 6 semanas de uso, alrededor de dos a tres veces a la semana, se reportó una mejoría en el acné en el 54% de los participantes.

¿Cómo utilizar el aceite de jojoba para el acné?

Simplemente debemos mezclar el aceite de jojoba con un gel, una crema o una mascarilla facial de arcilla; después solo bastará con aplicarlo sobre las lesiones del acné. También puedes simplemente aplicar un poco de aceite de jojoba sobre un algodón y frotar suavemente sobre los granitos.

2. Miel

La miel ha sido durante miles de años un remedio para tratar un sinfín de afecciones en la piel. Una de las razones por las que es tan útil es gracias a la cantidad de antioxidantes que tiene, los cuales son bastante eficientes para limpiar los poros obstruidos. Durante miles de años, la miel ha tratado afecciones de la piel porque contiene muchos antioxidantes que pueden ayudar a limpiar los poros obstruidos.

Pero a pesar de que tiene ciertas propiedades antimicrobianas, no existen estudios que respalden de forma sólida su efecto contra el acné. Por lo que la mejor forma de aprovechar la miel es usándola como un exfoliante casero, siendo este uno de los secretos mejor guardados para tener una piel iluminada y saludable.

¿Cómo utilizar la miel para la piel?

Puedes emplear un disco de algodón y frotar un poco de miel en los granitos. Aunque nuestra recomendación es mezclar una cucharada de miel con dos claras de huevo y 5 gotas de aceite de almendras y dejarlo actuar durante 25 minutos.

Y ya que estamos, no te olvides de aplicar un poco de miel para deshacerte del pelo encrespado.

3. Aloe vera

Aloe Vera

El ingrediente mágico de la naturaleza no podía faltar

El aloe vera es uno de esos ingredientes milagrosos que la naturaleza nos ofrece. Entre tanto, se trata de un agente antibacteriano y antiinflamatorio muy potente, esto se traduce directamente en la reducción del acné y la prevención de sus brotes.

Este tipo de suculenta tiene moléculas de azúcar, aminoácidos y zinc, por lo que también es un excelente hidratante y protector de la piel. Por lo que se trata de un remedio perfecto para aquellas personas que tienen piel seca o que han sufrido de resequedad cutánea después de usar otros productos contra el acné.

Además, un estudio de 2021 determinó que el aloe vera es capaz de reducir el número de protuberancias, lesiones y la sequedad de la piel, especialmente cuando se utilizaba junto a mascarillas faciales suaves.

¿Cómo utilizar el gel de aloe vera?

Puedes emplear el aloe vera en todas sus presentaciones y te resultará útil. Pero es necesario que en caso de te decidas por una crema de farmacia, que sea 100% gel de aloe vera y no un derivado.

Puedes aplicar el gel extraído directamente de la planta o una crema de aloe vera sobre tu piel una o dos veces al día, después de dejarlo actuar durante toda la noche o varias horas, limpia tu rostro con un limpiador facial suave o que tenga ingredientes activos para el acné.

4. Zinc

El zinc es uno de esos minerales que no puede faltar en nuestra alimentación, pero cuando se aplica directamente sobre la piel, logramos disfrutar por completo de sus propiedades antiinflamatorias. El zinc es un excelente método para reducir la inflamación de las lesiones y reducir el enrojecimiento provocado por el acné.

De acuerdo con algunos estudios, la eficacia del zinc es algo contradictoria. Esto se debe a que cuando se consume por vía oral, el proceso de digestión lo descompone en gran parte antes de que logre su cometido, haciendo que pierda una gran cantidad de eficacia en el camino. Sin embargo, cuando se utiliza directamente sobre la piel, podemos disfrutar de muchos mejores resultados.

¿Cómo utilizar el zinc para el acné?

Solo debes aplicar un poco de óxido de zinc sobre tu rostro, especialmente sobre las lesiones, y dejarlo actuar. Pero si alguna de las lesiones se ha roto y ha sangrado, es mejor evitar la zona hasta que se cree una pequeña costra.

Recuerda que no se trata de un remedio para combatir el acné en sí, más bien es una forma de reducir los síntomas que provoca esta enfermedad. Aunque de acuerdo con algunos estudios, es capaz de reducir la actividad de las glándulas sebáceas.

5. Té verde

Mujer con mascarilla de té verde

Deja que tu piel se bañe en antioxidantes rejuvenecedores

El té verde es tiene muchas funciones para la piel, y todo ello es gracias a que contiene concentraciones elevadas de catequinas, un tipo de antioxidantes muy beneficioso.

Uno de los problemas más comunes de las pieles con tendencia al acné es que producen una cantidad exagerada de sebo, pero no los suficientes antioxidantes. Estos últimos son imprescindibles para proteger el organismo de los daños provocados por ciertas sustancias químicas, así como de los desechos producidos por las mismas células de nuestra piel. Esto quiere decir que el té verde, junto a sus otros componentes, que pueden ayudar a:

  • Reducir la producción de sebo de la piel
  • Controlar el crecimiento de P. acnes
  • Disminuir la inflamación

¿Cómo utilizar el té verde?

La aplicación del extracto de té verde directamente sobre la piel ha demostrado que es capaz de reducir en aproximadamente un 85% la presencia de puntos blancos y puntos negros después de su uso durante 8 semanas.

Si bien el uso de la infusión es bastante bueno, lo ideal es usar un extracto de té verde, aunque es algo un poco difícil de encontrar, pero esto no significa que sea imposible, especialmente online.

6. Romero

El romero no solo es un ingrediente fundamental para fortalecer el cabello, sino que también podemos aprovecharnos de sus propiedades antioxidantes, antibacterianas y antiinflamatorias para acabar con el malestar ocasionado por el acné.

De hecho, a pesar de que no existe mucha información acerca de su eficacia, un artículo publicado en 2016 demostró que el aceite de romero es bastante útil para reducir la inflamación de la piel.

¿Cómo utilizar el aceite de romero en la piel?

Al igual que otros aceites esenciales para la piel, simplemente debes aplicar un par de gotas de aceite de romero sobre un algodón, pasarlas por las lesiones y dejarlo actuar durante toda la noche. Esto es especialmente adecuado para aquellas pieles que, además de tener problemas de acné, necesiten un extra de hidratación.

7. Aceite de coco

Mujer usando aceite de coco

Un nutriente natural que tu piel va a amar. Foto: iStock

El aceite de coco para la piel es otro de los grandes antiinflamatorios y antibacterianos que nos ofrece la naturaleza. Y es que estas propiedades permiten erradicar las bacterias que causan el acné, permite minimizar el enrojecimiento y la inflamación ocasionada por los granos. Incluso es uno de los remedios naturales ideales para acabar con los puntos negros.

Por otro lado, de acuerdo con un estudio realizado en 2014, el aceite de coco es capaz de acelerar el proceso de recuperación de las heridas ocasionadas por el acné, aunque a pesar de estos resultados, no existe mucha más información acerca de cómo el aceite de coco puede beneficiar a la piel con acné. Sin embargo, teniendo en cuenta todas sus propiedades, resulta un remedio bastante interesante.

¿Cómo utilizar el aceite de coco para el acné?

Puedes aplicar aceite de coco virgen directamente en la piel, especialmente en la zona que tiene lesiones. Pero recuerda, al igual que sucede con el gel de aloe vera, es necesario que se trate de un extracto completamente puro. Por lo general puedes conseguirlo en la sección de alimentos naturales o comprarlo online.

8. Aspirina triturada

La aspirina es utilizada abiertamente como analgésico, pero esto no significa que sus capacidades se limiten a ello, pues, también puede ayudar a tratar el acné. Y es que el ácido acetilsalicílico está estrechamente relacionado con el ácido salicílico, el cual es uno de los tratamientos más adecuados para triunfar en la batalla contra el acné.

Está claro que la aspirina tiene propiedades antiinflamatorias –al igual que el ácido salicílico– y por lo tanto, es capaz de reducir la inflamación y el enrojecimiento que ocasiona el acné. Aunque eso sí, no disfrutarás de los mismos efectos exfoliantes y para el control del sebo que ofrece su primo cercano.

Sin embargo, sí se trata de una opción ideal para deshacernos de los granos en esos momentos de emergencia, donde no tenemos otros tratamientos a mano y necesitamos lucir una piel perfecta al día siguiente.

¿Cómo utilizar la aspirina para los granitos?

Tritura 2 o 3 aspirinas y mezcla el polvo con un poco de agua para crear una pasta. Aplica la mezcla resultante sobre los granos y déjala actuar durante 10 a 15 minutos. Después simplemente aclara la piel con agua.

9. Aceite del árbol del té

Aceite de árbol de té

Bríndale calma a tu piel mientras eliminas las bacterias indeseadas

Este se trata de otro antibacteriano y antiinflamatorio natural que es capaz de eliminar el P. acnes mientras, al mismo tiempo, reduce la hinchazón y el enrojecimiento producto de los estragos de esta bacteria en nuestra piel.

Según una investigación publicada en 2019, se demostró que el aceite de árbol de té es capaz de curar las lesiones del acné en las personas estudiadas, todo gracias a sus propiedades antimicrobianas. De acuerdo con los resultados, es capaz de reducir a más de la mitad las lesiones en la piel después de 8 semanas de uso.

¿Cómo utilizar el aceite del árbol del té?

Una de las razones por las que usar el extracto de árbol de té como remedio para el acné es debido a que puede ser usado en diferentes presentaciones, desde cremas y geles, hasta el mismo aceite natural. Sin embargo, de acuerdo con los expertos, se recomienda que las concentraciones no superen el 5%, ya que así se logran minimizar los efectos indeseados sobre la piel, como la irritación.

Pero recuerda que al tratarse de un producto que puede llegar a ser algo fuerte con las pieles sensibles, antes de usar este remedio tan efectivo, reiteramos que es necesario comenzar con la prueba del parche y así conocer cómo este aceite esencial interactúa con nuestra piel.

Cambios en el estilo de vida para combatir el acné

Recuerda que para lograr los mejores resultados, es necesario combinar los tratamientos tópicos caros con ciertos cambios en el estilo de vida. De esta forma no solo lograremos tener una piel mucho más bonita y reducir los brotes de acné, sino también mejoraremos de forma importante nuestra salud.

10. Evitar tocar los granos

Mujer aplicando producto en granito

En lugar de toquetear los granitos, prueba aplicando un poco de aspirina

Tocarse los granitos y reventarlos es muy tentador, esto lo tenemos claro. Sin embargo, esta acción puede irritar tu piel y empeorar el acné, propagando la afección hacia zonas sanas o haciendo que la inflamación y el enrojecimiento empeoren.

Esto se debe a que tocar, frotar, apretar o reventar las espinillas puede hacer que introduzcamos nuevas bacterias al sitio de lesión, lo que provoca una infección mayor.

Además, si intentamos extirpar un granito de forma inadecuada, podría hacer que su contenido rico en bacterias, desechos y suciedad hacia el interior de la piel, lo que podría provocar que la pequeña espinilla se convierta en un doloroso quiste.

13. Mantenerse hidratado

La piel grasa tiene una clara tendencia al acné, pero no es la única. Cuando la piel está demasiado seca, puede irritarse y dañarse con facilidad, por lo que los brotes de acné se convertirán en el pan de cada día

Mantener la piel hidratada con los productos adecuados puede ayudar a que las células se desarrollen correctamente mientras se curan de las heridas ocasionadas por el acné, además de que las hace menos propensas a desarrollar acné.

Si bien no existe medida exacta de la cantidad de agua que se debe consumir al día, ya que varía de acuerdo a la edad, actividad física, temperatura, alimentos e incluso enfermedades, una buena forma de asegurarse de estar siempre hidratado, es beber agua antes de que tengas sed.

11. Escoge el limpiador adecuado

Limpiador facial

Asegúrate que sea suave y con ingredientes para tratar el acné

Uno de los errores más comunes en las pieles con tendencia al acné es utilizar jabones faciales. Estos suelen tener un pH diferente al de nuestra piel, lo que podría provocar resequedad, irritación y volver vulnerable la piel, lo que haría que el acné empeore.

Por el contrario, elige limpiadores faciales suaves, o aquellos especialmente diseñados para las pieles con tendencia al acné. Generalmente, contienen ingredientes activos que ayudarán a reducir el riesgo de brotes y acelerar el proceso de curación de las llagas.

12. Productos sin aceite

Cuando la producción de sebo es demasiado alta, si le sumamos un producto a base de aceite, este puede aumentar el riesgo de que los poros se obstruyan y con ello, las bacterias responsables del acné hagan de las suyas.

Es necesario leer las etiquetas de los cosméticos adecuadamente. Asegúrate de que todos sean “libre de aceites” o “no comedogénicos”, esto quiere decir que sus ingredientes permiten que la piel respire adecuadamente y sus poros no se tapen.

14. Reducir el estrés

Mujer sentada tomando té

A veces la solución es relajarse y tomarse una taza de té

El estrés es uno de los principales responsables de los brotes de acné, así lo indica la Academia Americana de Dermatología.

Esto se debe a que, como mencionamos al principio, el estrés es capaz de liberar ciertas hormonas que estimulan la actividad de los folículos pilosos y las glándulas sebáceas de los poros, lo que termina aumentando la tendencia a desarrollar acné.

El acné es un problema que puede afectar también a los adultos, pero por suerte, no se trata de una afección incurable. Es posible lucir una piel sana y cuidada si se aplican los tratamientos adecuados y se hacen los cambios necesarios en el estilo de vida.

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