Mascarillas faciales: qué son, qué tipos existen y cuál es mejor para tu tipo de piel

Las mascarillas son ese aliado perfecto para darle una nutrición extra a tu piel y tratar problemas particulares

Mascarillas faciales: qué son, qué tipos existen y cuál es mejor para tu tipo de piel
Conocer los detalles de las mascarillas te ayudará a exprimir aún más sus beneficios

Pocos productos tienen la capacidad de intensificar las propiedades generales de nuestra rutina de skincare. Una mascarilla no es un capricho, de hecho, están diseñadas para tratar innumerables problemas cutáneos y afecciones relevantes, que pueden ir desde la sequedad y descamación, hasta corregir los poros dilatados y tratar el acné.

Sin embargo, a pesar de que se trata de un producto que puede llegar a ser considerado como indispensable cuando se trata del cuidado de la piel, en realidad muy pocas personas conocen todos los detalles sobre las mascarillas. Es por ello que a continuación te contaremos todo lo que debes saber sobre este must have del skincare.

¿Qué son las mascarillas faciales?

Se trata de un producto de cosmética que, por lo general, tiene una textura cremosa o pastosa. Las mascarillas se suelen aplicar de forma periódica en el rostro para tratar problemas específicos de nuestra piel. Esto la vuelve el complemento perfecto, para cualquier tipo de rutina de cuidado de la piel.

Cuando aplicamos una mascarilla facial, esta normalmente se deja un par de minutos, periodo durante el cual va a realizar su efecto, ya sea limpiador, reparador, humectante, etc., después de que se ha cumplido el tiempo establecido, se retira.

Los componentes de una mascarilla son muy variados, puesto que estarán directamente relacionados con el propósito de la misma. Es por ello que podremos encontrar algunas donde los productos orgánicos vegetales serán los componentes activos, mientras que otras estarán formadas por minerales.

¿Cómo funcionan las mascarillas faciales?

Las mascarillas son elementos con propiedades oclusivas, es decir, que forma un tipo de film que evita la pérdida de humedad, aunque en este caso, este efecto oclusivo también aporta ingredientes que brindan beneficios para la piel, los cuales logran un aspecto sano, cuidado y hermoso.

Recuerda siempre aplicar las mascarillas sobre la piel limpia y seca, ya que de lo contrario podríamos aplicarla sobre la piel sucia y con bacterias, lo que podría afectar la absorción de los ingredientes activos o, incluso, podría provocar brotes o efectos negativos.

Beneficios de las mascarillas faciales

Al igual que el sérum y las cremas hidratantes, las mascarillas faciales no son más que el transporte de ingredientes activos altamente concentrados, de vitaminas y de nutrientes que se encargan de mejorar el estado de nuestra piel.

Pero probablemente te preguntarás: “Entonces cuál es la diferencia entre un sérum o una crema y una mascarilla facial?”, pues, las mascarillas son oclusivas, y la barrera física que crean, hace que los ingredientes beneficios se retengan y se absorban de manera mucho más eficaz.

Las mascarillas faciales han sido diseñadas para usarse de forma intermitente y para brindar un estímulo instantáneo a la piel. Aunque, dependiendo de lo que necesites y de tu tipo de piel, las mascarillas pueden hacer una –o varias– de las siguientes cosas:

  • Disminuir el tamaño de los poros dilatados
  • Descongestionar los poros obstruidos
  • Mejorar la textura de la piel
  • Hidratar y humectar la piel seca
  • Minimizar la presencia de líneas finas y arrugas
  • Mejorar la elasticidad
  • Absorber el exceso de grasa y suciedad
  • Aclarar las manchas oscuras
  • Reducir el impacto de los brotes

Aunque la forma más adecuada de obtener estos beneficios es con la mascarilla ideal para tu piel. Por ello, a continuación indagaremos en profundidad sobre algunos de los distintos tipos de mascarilla que se encuentran disponibles en el mercado.

Tipos de mascarillas faciales

Algunas personas no tienen ni idea de que deben usar una mascarilla específica según su tipo de piel, mientras que otras, ante tantas opciones, simplemente no saben cuál elegir. Pero es más sencillo de lo que parece, pues, solo debes conocer los siguientes detalles:

Mascarillas en crema

Mascarilla en crema

Una consistencia que es más parecida a una crema que a una mascarilla en sí

La mejor forma de explicar la sensación de este tipo de mascarilla es la textura de una crema hidratante. Y es que, de hecho, las propiedades más importantes de las mascarillas a base de crema es devolverle la hidratación a la piel, por medio de nutrientes que logran un aspecto joven y terso.

Por lo general, las mascarillas en crema suelen mejorar los signos más visibles del envejecimiento, así como también hidratar la piel seca o envejecida.

Si tienes la piel seca, las mascarillas de crema de coco son las más adecuadas. Mientras que si tienes piel grasa y con tendencia al acné, podrías beneficiarte de una mascarilla con probióticos o que contenga ingredientes para tratar el acné.

Mascarillas de gel

Mascarilla facial

Su consistencia es más gelatinosa de lo habitual

La consistencia de estas mascarillas es más gelatinosa*. Su textura ligera la convierte en la opción perfecta para las pieles grasas o normales.

La mayoría de estas mascarillas cuentan con propiedades astringentes, es decir, entre tanto, que se encargan de reducir el aspecto de los poros dilatados y de minimizar la producción de grasa.

Sin embargo, también las podremos encontrar con ingredientes hidratantes que le devolverán el aspecto saludable a la piel seca y maltratada, por lo que disfrutarás de un aspecto firme, suave y libre de enrojecimiento y descamación.

Mascarillas de arcilla

Mascarilla de arcilla

La opción perfecta para desintoxicar la piel

Estas mascarillas pueden venir preparadas o en polvo, para mezclarse con agua y posteriormente aplicarse sobre el rostro. Generalmente, el tiempo de aplicación es de unos 15 a 20 minutos, aunque puede variar por completo.

Estas mascarillas se aprovechan de las propiedades de la arcilla para absorber las impurezas, eliminar el exceso de grasa, exfoliar la piel, reducir el tamaño de los poros, reducir la inflamación, etc. Algunas cuentan con minerales que ayudan a estimular la circulación sanguínea, lo cual se traduce en un mayor aporte de nutrientes para la piel.

Debido a sus propiedades casi milagrosas, tanto las pieles secas, cuando se usan mascarillas de arcilla hidratante, –es uno de los secretos coreanos de belleza para el acné–, como las pieles normales a grasas, puedes verse realmente beneficiadas. Estas últimas, especialmente cuando se aplican mascarillas de arcilla y caolín.

Mascarillas exfoliantes

Mascarilla exfoliante

Perfecta para eliminar las células muertas, no muy buena para las pieles sensibels

Estas mascarillas son utilizadas por periodos de tiempo muy cortos, y nunca deben pasarse por alto las indicaciones del fabricante. Esta opción en particular está formulada para eliminar las células muertas y promover la renovación celular de la piel.

Existen diferentes versiones de las mascarillas exfoliantes, están las que funcionan de la misma manera que un peeling químico, donde se emplean alfahidroxiácidos (como el ácido glicólico) o betahidroxiácidos (como el ácido salicílico), que ayudan a disolver las células muertas, “despegándolas” de la superficie.

Y existen otras mascarillas exfoliantes donde los movimientos circulares y la forma de aplicación será clave para su funcionamiento. En este caso, se utilizan ingredientes como azúcar, café, limón o ciertos tipos de aceites.

En cualquier caso, este tipo de mascarilla no es muy recomendada para las pieles secas y sensibles, ya que pueden producir efectos adversos o incrementar la hipersensibilidad ya existente. Aunque si aun así decidimos apostar por ella, siempre debemos recordar los consejos básicos para exfoliar la piel y no morir en el intento.

Mascarillas burbuja

Mascarillas de burbujas

Tan interesante y diferente como efectiva y beneficiosa

Realmente estas mascarillas tienen muy poco tiempo con nosotros, aunque han llegado para darle una nueva vida al mundo de la cosmética. Su aspecto es, sin duda, uno de los más llamativos, ya que después de su aplicación, se termina formando una nube acuosa con miles de pequeñas burbujas.

La magia detrás de esto es el carbonato, un ingrediente que al entrar en contacto con el aire hace que se formen estas burbujas. Pero también se añaden otros ingredientes, como la arcilla, el carbón, té verde, u otros productos antioxidantes o nutritivos.

Las burbujas en esta mascarilla no cumplen un rol estético, pues, estas van a estimular la piel para que el proceso de aporte/absorción de nutrientes y de limpieza, se lleve a cabo con mayor efectividad.

Por otro lado, una de las propiedades más aclamadas de este tipo de mascarillas es que no se endurece, por lo que retirarla es muy fácil y cómodo. Mientras que el tiempo de duración es variable, pues, se retira justo cuando notemos que ha dejado de burbujear.

Mascarillas de velo

Mascarillas de velo

Actualmente, es la forma más común en la que encontraremos las mascarillas

Gracias a sus propiedades, resultados inmediatos y ventajas, actualmente se han convertido en una de las mascarillas más frecuentes en todo el mundo. Estas no son más que tiras de papel o telas de un solo uso que han sido saturadas en sérums. De esta forma, el material crea el efecto oclusivo y los sueros brindan la hidratación y nutrientes necesarios.

Se deja sobre la piel durante unos 20 minutos, y después simplemente se retira. Por lo general siempre queda un poco de suero sérum sobre la piel. Este no se elimina, solo hay que dejar que nuestra piel lo absorba y listo.

Gracias a la presentación de estas mascarillas, es posible encontrarlas en una cantidad casi infinita de fórmulas y para todo tipo de pieles. Desde algunas con alfahidroxiácidos (AHA) o betahidroxiácidos (BHA), que te ayudarán a exfoliar y suavizar tu piel, hasta ceramidas, colágeno, vitaminas y minerales que nutrirán tu piel por completo.

Y precisamente debido a que pueden infundirse de cualquier ingrediente, nuestra recomendación siempre será leer la etiqueta y utilizar la que indique que va mejor con tu piel y necesidades personales.

Mascarillas peel off

Mascarilla peel off

Ideal para desobstruir los poros y acabar con los contaminantes

Hay que ser sinceros, las mascarillas peel off ya no son tan populares como hace algunos años, aunque uno de los principales es que actualmente existen nuevos productos con propiedades mucho más interesantes.

Estas mascarillas son un tipo de gel que se aplica sobre el rostro, y después de cierto período de tiempo, que suele variar de acuerdo al fabricante, el gel se endurece un poco y se retira como si se tratara de un tipo de piel.

Este método de retirado puede ser muy incómodo y hasta doloroso si no se ha aplicado de la manera correcta. Aunque, incluso si se ha aplicado de forma adecuada, es posible que durante el proceso de retirar la mascarilla, existan algunas zonas dolorosas en el rostro si esta se ha adherido mucho a la piel.

Mascarillas magnéticas

Mascarillas magnéticas

Una mascarilla muy diferente y beneficiosa

Es probable que ni siquiera supieses de la existencia de este tipo de mascarilla, y es que son poco habituales…, de hecho, para retirarse de la piel se emplea nada más y nada menos que ¡un imán!

Su forma de aplicación no difiere de otros tipos de mascarilla, como las de gel, por ejemplo, puesto que se trata de una especie de pasta que se debe esparcir sobre el rostro con una espátula.

Una vez han transcurrido algunos minutos, se envuelve un imán en un pañuelo y se acerca sobre el rostro para atraer las partículas imantadas. Después de ello, quedarán ciertos residuos sobre la piel, y estos se deben usar como si se tratara de una crema o una loción que se absorbe lentamente.

La teoría indica que la interacción entre el imán y las partículas metalizadas son capaces de tener un poder antienvejecimiento en la piel, y por lo tanto, es capaz de devolverle su firmeza y luminosidad.

Mascarillas de oro

Mascarillas de oro

Una mascarilla muy, pero muy cara...

Al igual que la mascarilla anterior, es una tendencia –para nada barata– que ha aparecido en el mundo de la cosmética.

Las mascarillas de oro aprovechan las propiedades de este mineral para combatir las arrugas, brindar elasticidad y favorecer la regeneración celular. Esto se logra por medio de una delgada capa de oro que se aplica sobre la piel durante varios minutos.

Estas mascarillas usualmente vienen impregnadas en otros componentes, como coenzima Q10, ácido hialurónico, colágeno y cualquier otro agente hidratante o antioxidante.

Y aunque pueda parecer muy interesante, debemos de tener en cuenta que su precio normalmente ronda los 300 euros, por solo una mascarilla. Por lo que muchos estaremos de acuerdo que existen opciones más baratas y con mayores beneficios.

¿Qué mascarilla usar según el tipo de piel?

Mascarilla facial

Aplicar la mascarilla adecuada para tu piel es fundamentel

Si estás a punto de convertirte en un fiel seguidor de las mascarillas, es fundamental que elijas una que sea adecuada para tu tipo de piel y para tus problemas cutáneos. Esto puede ser un poco complicado, ya que existen muchas variables que debes tener en cuenta, aunque estas son nuestras sugerencias:

Piel seca

La piel seca normalmente quiere decir mucha descamación, textura escamosa, con grietas y, a menudo, con picor. Es por ello que debemos apostar por mascarillas hidratantes que estén formuladas con ingredientes que brinden mucha hidratación, como el ácido hialurónico e incluso el ácido glicólico.

Aunque si eres más de sustancias naturales, la manteca de karité, el aceite de pepitas de uvas, el aceite de jojoba, aguacate, etc., todas estas son algunas fuentes importantes de ácidos grasos que te ayudarán a devolverle la suavidad a tu piel y acabar de una vez por todas con la sequedad.

Piel grasa

La piel grasa es sinónimo de producción excesiva de sebo, por lo que debemos sí o sí enfocarnos en controlar la producción de grasas y minimizar la presencia de bacterias y células muertas en nuestra piel, ya que esta interacción es el principal desencadenante de brotes.

En este caso, lo adecuado es optar por mascarillas de arcilla o barro porque son perfectas para absorber el exceso de sebo y desintoxicar los poros. En cuando a ingredientes activos, busca el ácido salicílico, la niacinamida o retinol(https://2trendies.com/belleza/que-es-el-retinol-y-para-que-sirve), pues, son muy buenos para reducir la producción de grasa por parte de las glándulas sebáceas, reducir la inflamación y minimizar la posibilidad de brotes de acné.

Piel mixta

La piel mixta es un auténtico dolor de cabeza, ya que es un poco complicado tener zonas grasas en la barbilla y la frente, y al mismo tiempo lidiar con sequedad en otras partes, como los pómulos o mejillas.

Pero no pasa nada, simplemente debemos buscar mascarillas con aceites nutritivos y extractos botánicos, como el aceite de aguacate o el aceite de semilla de rosa mosqueta, los cuales son perfectos para equilibrar la grasa natural de la piel. Nuevamente, la niacinamida y el retinol son protagonistas; todos estos ingredientes tienen la capacidad de reafirmar la apariencia de la piel y dejarla con una suave luminosidad.

Piel sensible

Antes de probar cualquier producto, debes leer detenidamente su etiqueta y realizar la prueba del parche antes de aplicarlo sobre todo tu rostro, de esta forma podrás reducir notablemente el riesgo de irritación y enrojecimiento.

Este biotipo de piel se beneficiará notablemente de ingredientes calmantes, como el aloe vera, la manzanilla y la avena.Por el contrario, evita a como dé lugar las mascarillas de arcilla o los exfoliantes fuertes, como el ácido glicólico, ya que pueden ser demasiado estímulo para esta piel tan sensible.

Piel normal

Si tienes la piel normal, entonces aprovecha la salud natural de tu piel e intenta mantenerla a como dé lugar. En este caso tendrás que enfocarte en los problemas particulares de tu piel, por ejemplo, si tienes acné, usar una mascarilla de ácido salicílico o de barro; si tienes arrugas, puedes apostar por exfoliar tu piel con una mascarilla de ácido glicólico o rellenarlas con mascarillas de ácido hialurónico.

Por suerte, con este tipo de piel el objetivo no es tratar los puntos negativos de la piel en sí, como lo sería tratar la sobreproducción de sebo en la piel grasa , sino más bien evitar que aparezca cualquier problema cutáneo: manchas, arrugas, acné, etc.

Piel envejecida o madura

La piel suele ser una de las zonas más propensas a demostrar el paso de los años, especialmente si no nos hemos encargado de minimizar estos efectos a tiempo. Sin embargo, nunca es demasiado tarde, por lo que aún podemos aprovecharnos de las mascarillas para devolverle la juventud y firmeza a nuestro rostro.

Por supuesto debemos buscar mascarillas antienvejecimiento o mascarillas nocturnas que sean antioxidantes, por ello, apuesta por el retinol, los péptidos, el ácido hialurónico, la vitamina C, vitamina E, el colágeno, etc.

Consejos para utilizar una mascarilla facial de forma adecuada

Mascarrila facial

Saber cómo utilizar una mascarilla es tan importante como utilizar la adecuada para tu piel

Las mascarillas deben aplicarse de una forma específica, algunas requieren de pasos específicos, pero todas ellas tienen algo en común: deben aplicarse con la cara completamente limpia y libre de impurezas, pues, solo de esta forma, nuestra piel será capaz de absorber las propiedades de la mascarilla.

Una vez listo este paso preliminar, es momento de tomar en cuenta los siguientes consejos para aplicar una mascarilla facial de forma perfecta.

Aplica la mascarilla uniformemente

Muchos nos vemos tentados a aplicar mucho más producto para que así “tengamos mayores beneficios”, sin embargo, en este caso, más no significa que sea mejor.

Por lo general, una cantidad parecida al tamaño de una cereza es suficiente para poder esparcirla de forma uniforme por todo el rostro y dejar una fina capa en nuestra piel.

Si se trata de una mascarilla en gel o en crema, un consejo del que pocos hablan es añadir unas dos o tres gotas de agua al producto y calentarlo entre las manos antes de masajear en nuestro rostro. ¿Por qué? De esa forma podrás deslizarlo y aplicarlo con mayor facilidad, y además, despercidiarás menos.

No te olvides del cuello y el escote

La cantidad del tamaño de una cereza debe ser suficiente para que puedas incluir también el cuello y el escote. Estas son zonas visibles que también sufren mucho el paso del tiempo debido a que están constantemente expuestas al estrés medioambiental, por lo que no debes olvidarte de ellas en tu rutina de skincare.

Después de que les prestes un poco más de atención y las incluyas al momento de aplicar tu mascarilla facial, estamos seguros de que notarás la diferencia.

Deja actuar durante el tiempo necesario

Aunque la mayoría de las mascarillas deben dejarse actuar por alrededor de 10 minutos, debes de tener en cuenta que realmente no se trata de una regla de oro, por lo que debes fijarte en las indicaciones del fabricante.

Algunas mascarillas actúan rápidamente o tienen principios activos bastante fuertes, por lo que deben retirarse al cabo de poco tiempo, mientras que otras están fabricadas para dejarse durante periodos prolongados, como las mascarillas hidratantes nocturnas.

Es muy difícil saber el tiempo exacto de cada una de ellas, por lo que nuestra recomendación es siempre revisar las instrucciones del producto para que de esta forma conozcas exactamente el momento justo para retirarla.

Retira con mucha suavidad

No acabes con todos los beneficios que le ha otorgado la mascarilla a tu piel restregándote de forma agresiva. En su lugar, opta por ser muy delicado con tu cutis.

Una buena idea es utilizar un poco de agua tibia para retirarla suavemente. Otros prefieren usar una toalla limpia y de fibras muy suaves. En cualquier caso, lo importante es que tu piel no se vea atacada en el proceso de retirado.

¿Con qué frecuencia se debe utilizar una mascarilla facial?

Como casi todas las preguntas relacionadas con el cuidado de la piel: depende. Algunas mascarillas son tan delicadas que se pueden cada pocos días, mientras que otras pueden ser un poco intensas con tu piel y se deben usar una vez a la semana

Esto quiere decir que, por lo general, puedes usarlas de una a dos veces por semana. Pero igual de relevante, recuerda aplicar las mascarillas justo después de limpiar, tonificar y aplicar una esencia facial. Esto último es muy común en las rutinas de skin flooding.

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